De repente ya no se oía la música, ya no se oían las voces o el mundo alrededor.
No sabían cuando había pasado, ni como, pero ya no había espacio entre ellos, Wani se levantaba un poco con sus dedos de los pies para poder estar a su altura, sus manos seguían unidas, y lo único que podían sentir eran esas incesantes mariposas en el estómago, ahora más que nunca, y la calidez de aquel beso que ambos experimentaban.
Era suave, era tierno, era increíble, era todo, todos los nervios de Tresillo se habían esfumado, los labios de la contraria se sentían como el cielo, había ansiado probarlos desde hace mucho tiempo, y en definitiva no tenía prisa por que el momento acabara, Wani estaba igual, su sonrojo paso a otro nivel al sentirlo tan cerca, podría jurar que esa boca sabia a lúcuma, era un beso que transmitía tantos sentimientos y a la vez deseo de tiempo, finalmente sintieron como su aliento se acababa, ya no quedaba mucho aire en sus pulmones así que acabaron separándose para recuperarlo.
Sus ojos se volvieron a encontrar, clavados en el otro, y el mundo lentamente volvió a aparecer para ellos, pero seguían concentrados en el otro, la razón les llego a ambos de golpe, e internamente trataron de asimilar lo que acababa de ocurrir, y para su sorpresa, no hubo vergüenza, ni arrepentimiento, ambos sabían que era lo que querían, sabían que sentían lo mismo, una sonrisa ilumino sus rostros, la k-popera se inclino hacía su lado, abrazándolo, algo que correspondió sin duda, acariciando su esponjoso cabello celeste.
—¡Lo sabía! Págame—Exigió una de las reggaetoneras, que solo por esa ocasión, se dignaron a usar vestidos.
—Ahg bien—se quejo Gomdori y le hizo una señal a la morada para que le pasara a las contrarias sus bolsas de mochis.
—Gracias, aunque no las culpo, nuestros hermanos son unos lanzados—bromeo Marimba, observando a ambos enamorados aun bailando en la pista de baile.
No necesitaban decirse nada, no iban a arruinar el momento con algún tartamudeo o discurso improvisado, ya llegaría el momento de declararse, por ahora, solo disfrutarían de su noche.
