🍷MI FRÍA BEBIDA🍷

CAPÍTULO XVII

Sus manos, sus labios su cuerpo entero.
Cada rincón de él era dulce y encantador. Donde sea que besaba lograba sacar un jadeo o suspiro de parte del chico. Lograba que su pasivo tomara las sábanas con fuerza y no las soltará, que pronunciara su nombre con tanta exitacion. Si eso no era el cielo, entonces no sabía que era.

Las estocadas que brindaba eran cada vez más intensas y rápidas, era petición del de cabello aguamarina, que no paraba de pronunciar el nombre "Milo, Milo, Milo" se volvió un poema en los oídos del nombrado.

Camus: M-milo,.. -saco un suspiro delgado

¿Cuántas veces se había venido ya? Ni quién las contara pero la noche era joven y para ellos no había horario.

Milo: ¿Quieres que siga? -apreto las manos contrarias contra la cama, posicionándose encima de Camus

Camus: ¿Quien, dijo, que te detuvieras? -tomo el rostro de Milo y le brindo un beso.

Algo que le encantaba de Camus era su pasión y lo atrevido que era, no era una persona que se dejaba fácilmente, pero eso era lo que le encantaba, lo exitaba.

Llegó el momento en el que Camus empezó a suspirar y jadear más rápido y fuerte. Se mordía el labio, suprimía sus gemidos para no ser escuchado.

Milo: Quiero... Escucharte

Empezó aún más rápido, más intenso sus respiración se contemplaban y sincronizaban. El momento justo llegó, con un fuerte jadeo de parte de ambos mancharon las sábanas. Uno dentro y otro fuera, quien diría que por este simple descuido algo pasaría.

Cayó casi rendido a la cama, Camus acariciaba su cabello mientras regulaba su respiración. Milo se quedó ahí por varios minutos. Hizo que Aquarium sacara un grito de dolor.

Camus: ¿Que, diablos hiciste?

Milo: Ahora me perteneces -su cara lo decía todo

Camus: Ni siquiera somos pareja -en el fondo de su corazón decir eso le dolía

Milo: ¿Quien dijo que no? Oficialmente eres mi pareja

Camus: ¿Y quién te confirmo eso? -se acercó a su rostro

Milo: Tu cuerpo me lo dijo- Atrapó esos labios que estaban cerca de él

Un joven peli-lila se levantó casi en la madrugada para ver su teléfono. Mandaba un mensaje cuando su pareja despertó.

¿?: ¿Que pasa Mu? -pregunto el rubio dándole un beso en el hombro desnudo del chico

Mu: Shaka -se tapó las sábanas- Mi padre me mandó un mensaje, Kiki se puso mal de nuevo

Shaka: Necesitamos llevar a Kiki a un buen Hospital

Mu: Él se enferma muy fácilmente, tendré que ir mañana

Shaka: Te acompaño -sus palabras se escucharon seguras

Mu: ¿Estás seguro?

Shaka: Así es, de paso me presento con tu padre para pedir formalmente que quiero estar contigo

Mu: Shaka.. - le dió un casto beso en los labios

¿Desde cuándo andaban estos chicos? Desde su primer encuentro no dudaron en volverse a ver, la atracción fue tan fuerte que fue difícil no verse por un tiempo. Habían pasado algunos meses después de Navidad y decidieron formalizar su relación, aunque dieron un paso muy importante al aceptar que se gustaban. Así de sencillo lo hubieran hecho Milo y Camus.