CAPÍTULO XX

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Ambos chicos estaban detenidos rindiendo cuántas a un oficial. Sentados en sus sillas y con moretones en la cara dieron su versión de la pelea.

Con la versión ya bien dicha y viendo que solo hubo una "ligera" discusión, los dejaron salir, asi nada más.

Aioria se despidió de su amigo cuando salió de aquel lugar.

Aioria: No vuelvas a meterte en líos bicho

Milo: Si, ya aprendí la lección –metio sus manos a los bolsillos del pantalón

Saga: Kanon, es hora de irnos –siguio caminado

Kanon: Ve, en un momento te alcanzo

Solo quedaron Milo y Kanon, el primero de espaldas y el segundo atrás de él.

Milo: –suspiro– No quiero que vuelvas a faltarle al respeto a Camus

Kanon: Me ganó el enfado

Milo: Hasta luego Kanon –camino hasta llegar a casa.

Kanon molesto bajo la mirada y siguió su camino para el otro lado.






Camus estaba algo preocupado en su nueva casa. Milo fue con Aioria para contarle sobre el bebé, ya que Aquarium iría con su padre a sacar un duplicado de llaves, ya que era necesaria. Así que por eso le dió permiso, pero ya estaba tardando y no llegaba aún.

De pronto el timbre de la casa sonó, se calmó un tanto ya que nadie más podía tocar a su casa.
Al abrir la puerta vio a un Milo con el labios roto.

Camus: Milo –se sorprendió aún más cuando el nombrado se recargo en su hombro –Vallamos adentro

Después de una larga explicación, no le quedó de otra a Camus que curar esa herida.

Camus: No debiste ir ahí –limpiaba la sangre con un algodón

Milo: No sabía que Kanon estaría allí, ni mucho menos que reaccionaria de esa forma

Camus: Milo, No me importa lo que digan o hablen los demás sobre mi, solo hablan porque tienen boca, pero no quiero que te hagan daño por defenderme

Milo: Pero es mi deber protegerte sobre todas las cosas –tomo la mano de Camus– Porque eres el padre de mi bebé y la persona que tanto amo

Camus: Milo.. –lo besó– Te agradezco tanto

Milo: Te volviste mucho más cariñoso

Camus: Tal vez por el bebé

Solo con ayuda de su padre había acomodado algunas cosas de la sala y su habitación, aunque faltaba la cocina y lo demás.

Ambos sentados en el sillón en una posición muy comprometedora. Camus tenía las piernas en la cadera del contrario y las manos en el cuello. Milo tenía sus manos sosteniendo la cadera se su pareja mientras estaba sentado sobre él.

Se dieron un beso tierno y lento, pero Camus saltaba a propósito sobre Milo para que alguien despertara.

Camus: Milo~ – su amado novio lo estaba llamando con tanto deseo– Cuando pasen los meses no podremos tener intimidad – le robó un beso

Milo: Camus~

Con esa palabras Milo aseguraba que lo había seducido. Ya tenía una erección entre sus pantalones y no dejaría ir a ese lindo chico~

De nuevo otro beso se interpuso entre ellos, Camus metió sus manos bajo la camisa de su pareja y se la quito, acariciando suavemente los cuadritos que escondía esa estorbosa prenda.

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