CAPÍTULO XXI

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Uno de los primeros meses de embarazo eran los más terribles y a la vez más hermosos.

Camus estaba aún más inquieto por la pequeña bolita que estaba en su vientre. Todos el día comiendo solo una cosa, Sandía, ¿Que demonios tenía esa fruta? Ni él mismo lo sabía, hasta pensó que el azúcar se le subiría por tanta sandía comida.

Milo dejo un tiempo si empresa para poder estar con él, es normal, el primer bebé era toda una emoción. Kardia se encargaría y Degel también, ya que el frío vino no se haría solo.

Camus: Milo.. ~– estaba aún más cariñoso que antes, cambio mucho desde que supieron del embarazo, había más pasión por la noche y más besos por la mañana y tarde.

Milo: ¿Que ocurre? –salio de la cocina secando sus manos ya que lavaba algunas frutas que Kardia había llevado

Camus: Tengo hambre...~ – lo abrazo– El bebé tiene hambre

Milo: Te acabaste toda la sandía –una gotita de sien apareció, pero luego sonrio– ¿Que quiere el bebé ahora?

Camus: ¿Manzanas? –pregunto feliz

Antares llevo a su pareja a la cocina para poder darle esa tan deseada manzana, ya la tenía en sus manos cuando la probó. La tenía en su boca, luego sus mejillas guardaron aire. Lo que temía, se fue corriendo al baño de la habitación.

Milo corrió tras él para acompañarlo al baño y ayudarle a sostenerle el cabello. Después de algunos segundos Camus se limpio la boca y jalo la palanca del escusado.

Camus: No le gusta – se quedó sentado en el suelo

Milo: No te preocupes, cuando apenas era un embrión no me gustaba la sandía

Camus: ¿Y ahora sí? –volteo a verlo curioso

Milo: Me encanta –tomo la barbilla de su pareja y le dió un beso, con eso pudo tranquilizar a Camus de algún modo.

El segundo mes, oh valla, un pequeño bulto en el estómago de Camus se podía captar, sus playeras se volvieron aún más holgadas que de costumbre.

Estaba él en la cocina con el cabello amarrado mientras lavaba algunos vasos y platos del desayuno, Milo no estaba ya que Kardia lo mando a llamar para cerrar un trato con un país extranjero. Así que se encontraba solo.

Después de acabar se sentó en el sillón subiendo sus pies mientras veía la tv. En eso tocan el timbre. Con pereza se levantó y fue a abrir. Era Shaka con Mu quienes llegaron.

Mu: ¡Hola Camus! –saludo feliz

Camus: Mu, Shaka que alegría su visita –los invito a pasar

Ambos se sentaron en el sillón, casi excluyendo a Shaka, solo era el mundo de Mu y Camus. Así eran estos chicos, les encantaba escuchar sus pasatiempos, dejando a los activos a un lado.

Shaka: Valla, me excluyeron –se cruzo de brazos mientras los veía charlar y reír

Mu: Te vez realmente adorable

Camus: Es lo que Milo me dice –toco sus mejillas– Parecemos chicas hablando de estas cosas

Mu: ¿Que tiene de malo? Las palabras no tienen género dejando fuera la a y la o

Camus: Tienes razón –toco su vientre– Milo piensa que será niña

Mu: ¿Y tú qué piensas?

Camus: Lo mismo

Mu: ¿Ya pensaron en el nombre?

Camus: Aún no, pero tal vez cuando ya tenga la mayoría de los meses podremos decidir ¿No lo crees?

Mu: Lo creo

Pobre del rubio quién solo escuchaba y ni caso le prestaban, mejor se levantó y paso al pequeño jardín que estaba en el patio trasero. Era mejor a sentirse solo (╥﹏╥).

El tercer mes de embarazo el estómago de Camus se hacía notar un poco más. No se veía completamente pero se podía ver qué una criaturita estaba creciendo en su estómago.

Ya era del diario comer una sandía entera, si no lo hacía se ponía de malas y no quería hablar con nadie.

El MPREG es casi igual al embarazo de una mujer, dura 9 memes y lleva los mismo síntomas, lo diferente es que no es una mujer, es un hombre.

Camus se veía al espejo y notaba que su estómago había crecido. Se sentía mal al pensar que ya no le podría gustar a Milo, por tener un bulto en el estómago y ya no se vería atractivo. Es una de las cosas que más entristece a un hombre con un bebé.

Ya era de noche y se acercó a Milo.

Camus: Milo... –se paro frente de él

Milo: ¿Que pasa? –volteo a verlo

Camus: ¿Aún sigo siendo atractivo? –pregunto tímido

Milo: ¿Que? Camus, ven –el nombrado se acercó y Antares lo abrazo desde la espalda– Tu siempre te verás hermoso, no me importa si este bebé siga creciendo porque tú te seguirás viendo guapísimo y cuando ya seamos unos ancianitos te diré "Ya vez mi amor, te dije que eras el amor de mi vida" Porque siempre te voy a amar ¿Has entendido?

No recibió respuesta.

Milo: ¿Camus? – lo posicionó para que lo pudiera ver a los ojos, vio unos ojitos llenos de lágrimas – Camus..

Camus: Es tan lindo lo que dijiste –se limpio las lágrimas– Se que serás un buen padre para nuestro pequeño – las lágrimas seguían brotando de sus ojos

Milo: Ya calma heladito de sandía –le dió un beso en la boca

Ambos se acostaron en la cama y acostaditos se abrazaron, pero cuidando de no aplastar al pequeño bebé.

Al día siguiente estaban desayunando tranquilamente, riendo y hablando cualquier cosa para distraerse.

En eso tocan el timbre. Milo se levantó y fue a abrir, en el modo en el que lo hizo un peli-rojo entro y llegó a la cocina desesperado y enojado.

Al ver a Camus con un leve bulto en su estómago confirmo las sospechas, se acercó a él tomándolo de lo hombros.

¿?: ¡¿Que demonios te hizo este idiota?!

Camus: Surt...

Milo llegó rápido, con un empujón alejo a Surt de Camus para ponerse delante de él sosteniendo su brazo sin hacerle daño.

Milo: ¿Quien demonios te crees para entrar a esta casa?

Camus se refugiaba detrás de Milo, si no estuviera en cinta lo afrontaria  como se debe, pero ahora valía por dos, así que no era fácil ocultar el miedo.


CONTINUARÁ..

¡¿Y tú, haz sentido el poder del cosmos?! :3

Si me equivoqué en alguna palabra discúlpenme, con Camisa y todo eso. :v el algún nombre también :v

Créditos a la imagen de arriba XD

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