CAPÍTULO XXIX

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Milo: Hazme.. – Que tontería estaba diciendo?! – Lo que quieras, solo no dañes a mi familia

Kanon: ¿Lo que quiera?

Milo: Lo que desees

Kanon: Entonces..

Ferozmente se acercó a Milo, se posiciono sobre para verle a los ojos, paso a ver sus labios, para luego bajar su vista hacia la entrepierna del chico, no le quedó de otra que juntar sus piernas le incomodaba ver a un pervertido viendolo de esa forma.

Un beso en la mejilla para luego bajar hacia dónde tenía su vista, sonrió para luego deshacerse de aquel estorboso pantalón, lo quito de un tirón.

La incomodidad de Milo crecía aún más, no había mostrado su cuerpo más que a su mamá y a Camus.

Se desabrochó el pantalón mostrando un bulto entre sus piernas, Milo negó con las manos para luego hablar.

Milo: ¡Esa cosa-– hizo una breve pausa, quería hablar pero no salía ninguna palabra de su boca

Kanon: ¿Que?

Milo: ¿Dolerá no es cierto? – pregunto nervioso

Kanon: Se supone que yo soy el secuestrador, que esto se volvería más salvaje que nunca y ahora parece una sería BL de Tailandia

Milo: Bueno discúlpame por ser tan cuidadoso – Diablos, si no salía su plan estaría acabado

Kanon: Ha.. – suspiro– Bien

Se separó para ir al buró y abrir un cajón, saco una pequeña botellita color rojo con blanco, los ojos de Milo brillaron ¡Por Athena! Si había esa cosa que lo salvaría.

Sensualmente destapó el botecito con su boca. (-Valla, se me antojo estar en el lugar de Milo ;-;-)

Milo al ver que iba en serio, desvió su mirada, Kanon iba a a lo siguiente cuando la voz del menor lo detuvo.

Milo: Cásate conmigo... S'agapó ..– murmuró, logrando que Kanon lo escuchará (-S'agapó es una palabra en griego que significa 'Te amo'-)

Kanon: – dudo un poco antes de hablar– Lo recuerdas..

Milo: Creí no haberlo escuchado, hasta que lo recordé – volteo a verlo– Perdón

Kanon: ¿...Porque?

Milo: Aquella noche tome demaciado y me llevaste a casa, me besaste y lo susurraste a mi oído

Kanon: Casi tiene un año que sucedió

Milo: Aún así... No me perdono el hecho de haber jugando contigo y tus sentimientos, no me perdono el hecho de haberte ignorado

Kanon: Eso quiere decir que... – aunque sea pequeña, la esperanza en su corazón seguía.

Milo: – negó con la cabeza– Yo soy una persona de palabra y no podía jurar amor cuando no lo había, jamás en vida te mentiría

Kanon: Aún así tu corazón me engaño

Milo: Kanon

Kanon: Te casarás con ese Maldito, con ese idiota – parecía que de sus ojos desbordaría lágrimas

Milo: Discúlpame Kanon.. – el truco de magia que utilizo para atraer el anillo de Camus funcionó para tomar el lubricante y frotarlo con las cadenas, estaba libre aunque Kanon aún no lo veía.

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