CAPÍTULO XXIV

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Así como Milo afirmo los meses pasaron volando y el grande estómago de Camus esta aún más grande que 4 meses atrás.

Los cambios de humores fueron tranquilizados como pasaban los días, los antojos seguían aún, como aquella vez que a las 3:00 de la madrugada al futuro padre se le antojo un delicioso cóctel de sandía y que va, con bastante Chantilly y un poquito de granola, que digo poquita, bastante.

Milo se tuvo que levantar en pijama,  preparo el deseado antojo y llegó a la habitación, ahí estaba Camus esperando. En minutos se devoró lo que tanto anhelaba comer.

Así dejo satisfecho a su pareja, quien no dejaba de repartirle besos.

Solo faltaba días para que naciera ¡Días! Bueno, eso fue lo que dijo Shun, no se sabía.

Camus: ¡Falta poco falta poco! –los dolores de espalda ya no los aguantaba

Milo: Camus, tengo que ir a la empresa, mi padre hablo y necesita que lo ayude en algo ¿Necesitas que me quedé? –pregunto de repente

Camus: Solo que venga Mu, con eso estoy bien –beso a su pareja– Ahora ve que se te hace tarde

Milo: Vale, vengo en la noche haré todo lo posible para llegar temprano, te lo prometo – le devolvió el beso.

Después de unos minutos Mu llegó con la fruta favorita de el bebé.

Camus: Que bueno que llegas, no quería quedarme solo

Mu: Milo llamo, dijo que saldría

Camus: Así es, dijo que ayudaría a Kardia-san en algo

Mu: ¿No crees que es demasiado responsable?

Camus: ¿Porque la pregunta?

Mu: Bueno, en el mismo instante que se enteró que sería padre compro una casa para su familia, aún así no deja de apoyar a su padre con la empresa y todavía te cuida a ti todos los días sin falta ¿No lo crees?

Camus: No pude elegir a mejor hombre

Mu: Me alegra verte feliz.

Después de casi media hora el timbre sonó y Mu abrió la puerta, era Afrodita quien radicaba belleza como siempre.

Afrodita: Hola Mu, Hola Camus! –llevaba una pequeña bolsita de regalo

Camus: Afrodita –sonrió

El chico paso y empezaron a charlar.

Afrodita: ten– le dió la bolsita– Espero que le guste a tu bebé

Camus: Oh gracias –abrió el regalo y encontró una suave ropita amarilla – No te hubieras molestado, es bonito

Afrodita: Angelo me ayudó a escogerlo

Mu: ¿Tienes una relación con él?

Afrodita: Así es – sus aires de grandeza y belleza salieron a la luz

Camus: Felicidades, espero que mi bebé tenga un amigo con quién jugar

Afrodita: Yo también lo espero y también –saco dos pequeños sobres del bolsillo de su pantalón– Para ustedes

Mu: ¿Que es? –le dió vueltas varias veces

Afrodita: Es una invitación para mí compromiso con Angelo – sonrió

Camus: ¿Te vas a casar? –susurro

Afrodita: Casi tenemos un año de conocernos, así que no quise darle más vueltas al asunto.

Camus: Me alegra ser invitado – sonrió, en realidad se sentía mal por no ser el quien se casaba, pero al menos estaba feliz de tener un bebé de la persona que ama

Mu: Estaremos ahí – sonrió

Camus: Iré por agua – al levantarse sintió como su pecho se comprimía, hubo un momento en el que le faltó la respiración, aunque solo fue unos segundos

Afrodita: – al notarlo se ofreció a traer agua– Voy yo

Camus: No está bien – sonrió para tranquilizar a sus amigos– Iré yo

Al ir de camino a la cocina sintió una leve punzada en su vientre, cerro un ojo por el dolor, pero hizo caso omiso.

Se sirvió el vaso de agua, lo dejo en la mesa pero sintió otra punzada, está vez fue un poco más fuerte, no pudo evitar soltar un leve jadeo.

¿Acaso ya era hora? Justo está mañana estaba bien. Milo no estaba ¡¿Porque la vida era así?!

Al caminar sentía como el dolor se volvía un poco más fuerte.

Camus: ¡Que dolor! – grito enojado.

Eso alarmó a Mu y Afrodita quien rápidamente llegaron a él.

Mu: ¿Que ocurre?

Camus: Duele.. –tocaba su estómago– Ll-llama a Milo..






Milo entraba a la cafetería, no había desayunado nada así que comería algo. Llevaba un café en su mano cuando el celular sonó. Contesto al ver que era Mu.

Milo: Mu que pas- fue interrumpido por el peli-lila

Mu: ¡Milo! ¡Llega rápido al hospital Santuario!

Milo: ¿Porque? ¿Que pasa?

Mu: Es Camus, tal vez el bebé nazca hoy

Cómo dirán por hay, Traigan una presión que se le bajó la coca, su café cayó al suelo, no dió explicación y salió de la cafetería casi corriendo, subió a su auto y arranco para ir directo al hospital.






La respiración de Camus estaba aún más agitada, pequeñas gotas de sudor recorrían su sien, Shun estaba junto a él para tomar su mano mientras que Milo llegará. Su mano se ponía roja por lo fuerte que apretaba Camus.

¿Que pasaba por los pensamientos de Camus? Miedo, el dolor era terrible, pero sentía miedo al no hacerlo bien, pero también tenía que ser fuerte, no quería verse vulnerable ante nadie.

En eso llega Milo.

Milo: Camus.. – se acercó a él para tomarlo de la mano, hizo una muñeca al sentir su mano siendo apretada

Camus: ¡Duele! –grito mientras se quejaba

Shun: Creo que es el momento – los vio y luego salió para prepara todo

Camus: Milo, no sueltes mi mano –suplico

Milo: Y no lo haré, te lo aseguro –beso su mano






Kardia y Degel llegaron en cuento les llamaron, iban a preguntar por el estado de Camus pero..

Una increíble voz, el sonido de un llanto se escuchó por la sala de espera, las personas que pasaban sonrieron al escuchar, Degel casi llora por escuchar aquel llanto, Kardia sobaba los hombros de su esposo.

Mu y Afrodita no pudieron evitar sonreír, se vieron mutuamente y soltaron una leve risa.

Al fin un Antares Aquarium llegó a la familia, aunque no se sabía que sexo era, iba a ser amado por todos.

Camus: Mi bebé...







CONTINUARÁ..

¡¿Y tú, haz sentido el poder del cosmos?! :3

Si me equivoqué en alguna palabra discúlpenme ;-; cualquier nombre o letra ;-; en serio.

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