CAPÍTULO V

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Habían empezado con un beso dulce eh inocente, cargado de amor y sinceridad, mientras el reloj caminaba el beso pasó a ser uno pacional y romántico.

Estaban en la sala, sin importar que tirarán sin separarse del beso siguieron caminando hasta llegar a una hermosa habitación de paredes doradas y una hermosa cama con sábanas color beige.

El peli-azul guío a su novio a su cama, se sentaron y siguieron con su acto romántico.

El mayor mordió el labio inferior de el peli-castaño para hacerle pasó a su lengua, una pequeña batalla de lenguas de formó a lo que sólo uno salió victorioso.

Aioria se sentó en el regazo de Saga y comenzaron con un nuevo beso, el segundo se separó de los labios de el primero y paso a su cuello, ganándose unos suspiros de su pareja.

Las prendas en ese instante empezaban a estorbar, cuidadosamente el peli-azul metió su mano bajo la playera de su novio y vago por aquel abdomen que tantas veces deseo tocar.
En menor no se quedó atrás, fue desabrochando aquella camisa azul que llevaba su pareja, mientras que su vista no se apartaba de aquel abdomen fuerte y ejercitado, sus manos recorrieron por aquellas partes y se ganó una sonrisa de su pareja.

Aioria se acercó lentamente a el rostro de saga y con tono sensual y romántico, le dijo.

Me estoy incendiando ¿Quiere ser mi extintor?

con gusto lo aria...

🎶💠🎶

Afrodita recién había cerrado su florería, las flores se acabaron muy rápido y el nuevo cargamento llevaría mañana.

Cargo su mochila y salió del centro comercial, empezó a caminar pero se detuvo cuando su móvil empezó a sonar.

—¿Aló?

—¡Buenos días Afrodita!

—¿Angelo?

—ese mero

—Buenos días, que bueno que me llamas

—¿Estás en el trabajo?

—no, acabo de salir ¿Porque?

—queria invitarte a salir, ¿Puedes? Ya que si no puedes podemos otro día

—si puedo, me aria bien despejarme un poco

—¡Bien! ¿Nos vemos en el puente enfrente del centro comercial?

—¡Claro! ¡Nos vemos!

Afrodita guardo su móvil y siguió caminando, subió algunas escaleras del puente y se quedó frente a una gran edificio donde alguna vez estuvo con su padre.

Soltó una risa melancolica al recordar cuando jugaba con su padre en aquel columpio junto al edificio.

—padre, como te extraño...

Seguía recordando aquel momento cuando vio a lo lejos una silueta muy conocida, acomodo su cabello y con una sonrisa divina lo resivio.

—¿Has estado esperando mucho?

—hace poco que llegué, te ves genial  masky

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