Capítulo 2

5.3K 692 48
                                    

Seokjin subió corriendo por las escaleras.

"Estúpido elevador", pensó. "¿Por qué tenía que descomponerse justo ese día?" Ya de por sí odiaba los lunes pues tenía más clases que el resto de la semana y doble turno en su trabajo.

Avanzó hasta su departamento sorprendiéndose porque la puerta estaba abierta.

Había una joven ahí, delgada y con un largo cabello negro, y un niño abrazado a sus piernas. Sin saber exactamente qué hacer, entró pasando a lado de la mujer. El niño estaba llorando.

Miró a Namjoon con cara de: "¿qué rayos está pasando?"

—Ammá, no vayas.

Entonces se detuvo justo a tiempo para ver cómo ella empujaba al niño.

—¡Basta, ya no te soporto! —gritó como si estuviera loca— ¡No has hecho nada más que estorbar!

—¡No puedes dejármelo así como así! —le gritó de regreso Namjoon a la mujer.

—¡No me subestimes! ¡Soy la única estúpida que se está haciendo cargo de él! ¡Tú también eres su padre!

Namjoon ignoró a los dos y fue directo a poner al niño de pie mirando que no se hubiera lastimado.

—¡Pero te estoy dando dinero para que lo cuides! 

—¡¿Crees que el dinero lo soluciona todo?! ¡También quiero mi vida normal!

—¡Eres su madre, ya no puedes tener una vida normal!

—¡Y tú su padre! —gritó ella jalándose los cabellos—. Tú no sabes cómo es ser madre soltera, ningún hombre va a tomarme en serio con un hijo. No puedo enamorarme, ya no puedo seguir estudiando, y él es insoportable —lloriqueó—. Lo siento, pero no lo quiero.

—¡Ammá! —el pequeño gritó de nuevo aferrándose a sus piernas— ¡No quelo e te vayas!

—¡Que me dejes! —lo empujó de nuevo— Lo siento Namjoon, yo me voy. —salió corriendo del departamento.

El nombrado fue tras ella. El niño también trató de correr pero sus pequeñas piernas no lograron alcanzarlos y solo atinó a llorar. Seokjin lo tomó entre sus brazos.

—Ya, tranquilo, no llores. —quería consolarlo sin éxito.

Namjoon lo iba a escuchar cuando regresara.

Pero eso no pasó pronto.

—Estás despedido. —le dijo su jefe por teléfono.

—No ha sido mi intención faltar, de verdad que ha surgido un problema.

—Problema el que yo tengo aquí en la plaza. Lo siento jovencito, te contraté porque te vi como alguien responsable, pero me equivoqué.

—Señor Choi...

—Nada, ven mañana por tu liquidación.

—Está bien —suspiró—, g-gracias.

Miró de nuevo al niño durmiendo en su cama; nunca se habría imaginado que Namjoon tuviera un hijo, probablemente porque nunca lo había mencionado, aunque tampoco lo dudaba, él no era precisamente una blanca paloma.

Cuando escuchó la puerta cerrarse, corrió para enfrentarlo, sin embargo, verlo derrotado y a punto de llorar en la puerta lo dejó callado.

—No logré convencerla… Dijo que si se lo devuelvo va a dejarlo en una casa hogar o de plano abandonarlo en la calle... ¿Qué clase de mujer abandona un hijo?

—Hablas como si ella fuera la única responsable. ¿No la dejaste sola tú todo este tiempo? Porque claramente eso fue lo que escuché —habló sereno—. Antes de juzgar a otros mírate en un espejo.

—¡Pero ella es su madre!

—Y tú su padre.

Namjoon lo miró de mala gana y después con resignación.

—¿Qué voy a hacer con él? Si mi padre se entera, me mata.









PAPÁ SOLTERO. ➸namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora