Capítulo X

366 40 7
                                    

He vuelto. Ojalá me sintiera mejor, pero no puedo. Sigo pensando en lo que Ronnie me dijo.

No lo puedo creer aún, me gustaría poder hablar con Lola sobre esto o moriré ya mismo. Aunque sé que no hay vuelta atrás.

Debo escribirlo sólo para no dejarte con la intriga, quién quiera que seas tú, lector de mi diario. Porque veraderamente no quiero recordar las palabras de nuevo...

— Rose, apestas.

— Disculpa?

— Que apestas, sordita.

No supe que contestar, sólo me quedé mirándola boquiabierta sin saber que hacer.

— Qué me miras así? Cierra la boca o te entrarán moscas.

Cerré mi boca enseguida, pero seguía sin hablar. No entendía nada de lo que estaba sucediendo, sólo me di cuenta que todas mis dudas sobre Ronnie eran ciertas.

— A ver si cambias esa cara de tontita y me escuchas. No le importas a Lola, la idea por la que yo falté ayer fue para que Lol hable contigo. Pero como verás, no se animó a deshacerse de ti. Por eso ella faltó hoy y yo estoy aquí, para hablar contigo ya que yo sí que me animo. Dejanos en paz, consíguete otra amiga o anda sola. Tú eliges, no nos importas, no vales nada para nosotras. Tan sólo vete.

Sin darme cuenta, una lágrimas resbaló por mi mejilla. No me quería mostral débil, llorando. Pero no pude, Lola me estaba cambiando. Yo no lo podía creer, verdaderamente no podía creer lo que estaba escuchando.

Ronnie al ver mi lágrima comenzó a reírse a carcajadas.

— Vete llorona, vetedijo haciendo una mueca reparando mi llanto.

Salí corriendo, no aguantaba un segundo más allí. No podía ni siquiera respirar de tanto llorar. "Ella era mi amiga, ella era mi amiga" no podía parar de repetir esas palabras.

Lola. Mi querida amiga Lola, la única chica que me aceptó al cambiarme de colegio. La primera chica que realmente fue mi amiga, ya no lo era. Nunca significó nada para ella nuestra amistad, es el día mas triste de mi vida.

Estoy en shock, no logro reaccionar. Obviamente mañana no iré al colegio. No podré mirar a Lola a los ojos, viéndola reír y hacer todo lo que hacía conmigo, pero con ella.

Aquí estoy, de nuevo. Sola.

Es una especie de déjà vu, sin amigas nuevamente.

Voy a seguir llorando hasta disecarme, no creo que pueda dormir esta noche.

Me despido de ti, lector, por un buen tiempo. Hasta que pueda rehacer un poco mi vida, o al menos hasta que no llore más.

Pero prometo que, por más dura que sea la situación, nunca recurriré al suicidio. No te preocupes por eso.

No creo en quitarme la vida yo misma. Yo no elegí cuando nacer, así que tampoco eligiré cuando morir.

I need you, MattDonde viven las historias. Descúbrelo ahora