Nos acercamos hasta la maldita mesa donde ella se encontraba, era una de las mas apartadas, y enseguida comencé a pensar.
Pero no le hice caso a mi mente, la cual ya estaba pensando que era todo parte de un plan macabro. En el que ella nos hacia sufrir hasta matarnos, y nadie se enteraría debido al lugar alejado que ella eligió.
No. Estaba exagerando. "Seguramente, cuando ella llegó ya estaría todo acupado"
Y sí, eso era lo que había sucedido. Bueno, al menos fue lo que ella dijo.
— Rose, verdad? Un gusto conocerte, mi nombre es Ronnie.
— Sí, lo sé. Te presentaste en química —dije con desprecio.
— Vamos a buscar la comida chicas —Lola intervino rompiendo el incómodo ambiente.
Estábamos yendo cuando Ronnie paró.
— Pidan ustedes y luego pediré yo, así no nos quitarán la mesa —sugirió.
— Está bien, Ron —Lola la seguía llamando Ron y mi mal humor aumentaba.
Cuando tomamos la bandeja con el plato para ponerlo en frente de la cocinera, Lola me llama la atención.
— Hey Rose, por favor, deja de ser tan dura con ella. Qué no ves lo amable que es?
La miré y asentí, con fuego en los ojos. Demasiada furia dentro de mí.
Estabamos comiendo cuando Lola levantó su mirada para ver a Ronnie caminar hacia nosotros con su bandeja. La sentía llegar, pero no levanté la mirada de mis asquerosos tallarines.
Era comer o morir de hambre, así que no me quedaba otra que comerlos. Con desprecio, pero comerlos.
Estaba llevándome el último bocado a la boca cuando...
— ¡¡¿QUÉ DEMONIOS?!!
— Rose, perd..
— CALLATE, NO QUIERO ESCUCHAR TU MALDITO PERDÓN
— No lo quise hacer, de verdad, tropecé y no lo pude evitar
— Rose, perdónala. Yo la ví tropezar, no fue a propósito —intervino Lola.
— COMO SI NO ME BASTARA CON TENER QUE COMER ESTOS ASQUEROSOS TALLARINES, TENÍAS QUE TIRARMELOS SOBRE MI CABEZA! MALDITA DESGR...
— ¿Qué esta pasando aquí señoritas?
— Señor director, tropecé y accidentalmente derrame mi plato de tallarines sobre Rosie —dijo con la expresión mas falsa del mundo en su cara.
— No te atrevas a llamarme Rosie —le advertí señalandola.
— Rose, por favor acompañame a mi oficina —me dijo Mr. Pinkman con cara seria, y dejó la cafetería.
— Genial —musité.
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I need you, Matt
FanficCuando crees que todo esta perdido y nada puede sacarte de esas tinieblas tan abrumadoras, solo piensas en una solución, la muerte. Lo que no sabes es que tan solo una sola persona que se cruce en tu camino, puede cambiar tu vida para siempre.