He estado muy ausente escribiendo aquí, ya no me da el ánimo de hacerlo, pero no significa que dejaré de escribir.
Sé que estoy de vacaciones y debería tener todo el tiempo del mundo, pero no de trata de eso. Paso todo el día en casa de Ivy o en casa de Nash, evitando la casa de Matt por el pequeño inconveniente que allí habita y mi casa también, ya que me duele mucho vivir con el recuerdo. Se preguntarán por qué? Lágrimas no paran de caer al hablar de este tema. Siempre dije que éste diario lo escribía para que mis padres supiesen de qué se trataba mi vida y qué era lo que yo sentía, si algún día yo dejara de estar en este mundo.
Pero, y ahora? Quién lo va a leer? Quién va a estar para mi? Quién me va a entregar el amor que ellos me entregaban?
No saben lo dificil que es para mí estar escribiendo esto, pero es parte de mi vida y de lo que siento así que debe estar en este diario.
Ahora el fin de escribir esto es sólo descargarme, ya que sospecho que alquien lo leerá.
Todo es una desgracia, ya he atentado contra mi vida unas cuantas veces pero mis amigos y mi novio no me han dejado.
No pertenezco aquí, no puedo vivir sin tener a esas personas que completaban mis días. No soy nadie sin ellos, un alma perdida.
Agradezco al cielo tener estos tres amigos, creamos una amistad muy bonita y me han ayudado a no hundirme más de lo que estoy.
Les contaré tal cuál lo sucedido.
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— Rose, si no bajas ahora mismo nos vamos y te quedas aquí!! — Gritaba mamá desde abajo.
— Que ya voy! No estoy lista aún —le devolví el grito.
Iríamos todos a una heladería para terminar de festejar el cumpleaños de papá. Mis primos ya habían marchado con mis tíos, y como yo no quería salir vestida así como estaba en casa, subí a cambiarme.
No encontraba el conjunto perfecto para ponerme entonces demoré demasiado. Mi madre estaba tan enojada porque yo nunca soy así, y es verdad. Realmente no sé qué me paso ese día, nunca en mi vida me he complicado por la ropa que llevo puesta.Mamá subió y abrió mi puerta.
— Nos vamos, y tú te quedas aquí. Por qué te complicas por lo que traes puesto? Te ves bonita de todas formas —se notaba el enojo en su voz.
— Tu no entiendes nada! —le grité enfadada y cerré la puerta en su cara.
Sentí como mi madre bajaba la escalera marcando fuerte cada paso hasta llegar a la puerta y cerrarla aún mas fuerte de lo que yo lo hice anteriormente.
Dejé que se vallan, ya no quería ir a esa estúpida heladería.
Odiaba estar enojada con mis padres, entonces me quedé llorando de rabia encerrada en mi cuarto con Sun, mi gata.
Me desperté por la melodía de mi celular que indicaba que estaba recibiendo una llamada. No sabía en que momento me había dormido.
Miré de quién era la llamada y decía "Mamá", me sentí muy apenada.
— Mamá discúlpame, no se porqué reaccioné así —dije ni bien contesté la llamada.
— Disculpe señorita —la voz de un hombre sonaba del otro lado lo cual hizo que me alarmara— es la hija del Sr. Y Sra. Brown?
— Si, s..soy su hija. Qué sucede? —logré articular.
— Soy el oficial White y lamento informarle que sus padres han sufrido un accidente que ha terminado en desgracia
— Espere, qué?!! —no lograba aceptar lo que acababa de escuchar.
— Por favor diríjase al Hospital San Magno, su pequeño hermano fue transladado de urgencia para allí
Corté la llamada de inmediato y marque el número de la central de taxi. Intenté calmar mis lágrimas para que me entendieran al hablar.
Luego de pedir el taxi bajé corriendo y salí a la calle, el taxista demoró unos diez minutos en llegar y luego demoramos otros diez minutos en llegar al hospital.
Entré corriendo y gritando "¿dónde está Kincade? Por favor, ¿dónde está Kincade?"
La recepcionista me llevó hasta su habitación. Si antes estaba deshecha por la noticia, no puedo explicar lo que me pasó al momento de entrar a verlo.
Mi pequeño hermano, ese que tanto me molestaba pero que yo quería tanto, estaba todo conectado.
Suero, oxígeno y otras cosas más que no logré identificar.
Estaba dormido, me senté a su lado y lloré hasta quedarme sin lágrimas.
Al cabo de un tiempo entró un hombre, y pidió que me retirara de la habitación, ya que quería hablar conmigo.
— Soy el oficial con el que habló por teléfono
— Por favor, dime que mis padres están bien, dime que esto no es más que una pesadilla, por favor —lo interrupí rogándole.
— Siéntate por favor —dijo intentando calmarme.— Desgraciadamente esta es la realidad que nos toca vivir —hizo una mueca— Llegamos al lugar del accidente unos cinco minutos más tarde de que recibimos la llamada telefónica de un vecino. Cuándo llegamos, la ambulancia había llegado antes que nosotros pero sus padres ya se encontraban sin vida. Fallecieron al momento del impacto —tomé mi cabeza con ambas manos tapándome los oídos. No quería escuchar más nada, mi vida estaba acabada. El hombre esperó unos segundos y continuó— Pero su hermano consiguió vivir y ahora, como ya sabes, esta allí luchando por su vida
— Pe...pero como, como sucedió? —dije una vez más tranquila, pero volví a romperme llanto.
— Estaba sólo el vehículo de sus padres en la calle, y por eso no sabemos como sucedió. Pero un vecino que allí se encontraba nos comentó que chocaron contra otro coche, que dobló muy rápido y venía en dirección contraria. Al parecer no le pasó nada ya que huyó
No contesté, sólo asentí y me dirigí nuevamente a la habitación de Kincade. Quería estar con él y ayudarlo a salir de ahí, a luchar contra la muerte juntos. No dejaría que me abandone, así como yo tampoco lo abandonaría. No dejaría que se fuera.

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I need you, Matt
FanfictionCuando crees que todo esta perdido y nada puede sacarte de esas tinieblas tan abrumadoras, solo piensas en una solución, la muerte. Lo que no sabes es que tan solo una sola persona que se cruce en tu camino, puede cambiar tu vida para siempre.