I need you, Matt

Capítulo XX

Ahora mismo estoy en casa, sentada en mi cama escribiendo. Mientras que tengo enfrente de mí ese papel amarillento con el bendito número, y a su costado mi celular.

Estoy super nerviosa y no me animo a enviárselo, entonces decidí escribir aquí para calmarme.

Luego de escribir, borrar y volver a escribir puedo decir que ya tengo listo el mensaje, sólo queda agregar el destinatario y seleccionar "enviar".

"Hola Matthew, me enteré que le has preguntado por mí a la chica de la biblioteca. La cuál me dio tu número. Estoy bien, gracias por preocuparte por mi. Y gracias de nuevo por ayudarme el otro día.
Rose."

Agregué el número con mis dedos temblorosos. Cerré los ojos, tomé aire. Uno, dos , tres. Enviar.

Oh por Dios, lo he enviado.

Han pasado diez interminables minutos y mi celular aún no ha sonado. Pensé que era un error de mi móvil, así que lo apagué y lo volví a prender, pero no. Todavía no me ha contestado.

Mejor busco una distracción, ya que escribir no me distrae si lo que hago es escribir sobre él.

Decidí ir a bañarme y así no estoy al lado del celular esperando como una desgraciada.

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Estaba en medio de mi baño cuando sonó mi celular. Terminé de bañarme en menos de dos segundos, me envolví en la toalla y sin ni siquiera secarme salí corriendo a leer ese mensaje.

Respiré profundo y lo abrí.

"Mande un mensaje con la palabra "Quiero" al 5567 si quiere ganar una entrada al partido del viernes"

EN SERIO?! No podía creerlo, pasé tantos nervios para que sea una maldita publicidad?!. Qué rabia.

Volví al baño y terminé de secarme y vestirme. Bajé a cenar y después me acosté, todo lo hice con el celular a mi lado. No dejaba de mirarlo por nada, esperaba con ansias su respuesta.

Ya son las 2:00am y sigue sin responder, estoy muy triste. No va a contestarme. Me ilusioné demasiado, no debí de haberlo hecho. Nunca soy de ilusionarme así, pero en este chico vi algo que nunca había visto antes. Nunca nadie había movido mi mundo como lo hizo él, con sólo verlo dos veces.

No hago otra cosa que pensar en él, debería dejar de hacerlo. Upss, ya es tarde, siento mi mejilla húmeda.

Qué tienes, Matt? Dime for favor qué clase de hechizo has hecho en mí!

Quisiera escribirle nuevamente, pero mi orgullo no me lo permite, por suerte. Si no parecería una desesperada por su respuesta, que en realidad lo estoy, pero obviamente no quiero que lo sepa.

Qué sería de mi vida sin ti diario mío, bendigo el momento en que se me ocurrió escribirte! Me siento incómoda contándole éstas cosas a Ivy, que es mi única amiga. Pero no contigo, tu no me juzgas ni me respondes, sólo me escuchas. Bueno, en realidad me lees, pero eso es lo que más me ayuda.

No digo que Ivy me juzgue, pero en fin, yo me entiendo.

Estoy muy cansada y triste. Me pondré a dormir, antes de cometer alguna locura, si es que lo logro cerrar los ojos.