CAPÍTULO 6: Conversaciones

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Cuando Dobby desapareció Sirius los condujo a través de un pasillo al lado de las escaleras, a mitad de camino la puerta al frente de ellos se abrió y apareció la señora Weasley. Esta se acercó a Sirius rápidamente con una expresión de enojo en la cara.

-Se puede saber dónde estabas Sirius Black -le gritó la señora Weasley.

-No te preocupes Molly, salí a dar un paseo -dijo Sirius con su cara de niño inocente.

-Y traes visita. Estás loco.

-A sí, estos encantadores jóvenes, me los encontré en el parque, y jugaron conmigo. Así que los invité a tomar el té -dijo Sirius con una sonrisa en el rostro mientras sus ojos brillaban desquiciadamente mientras volvía loca a la matriarca Weasley.

Mientras la señora Weasley le gritaba a Sirius por su irresponsabilidad, Caelum y Acrux hablaban animadamente para disimular.

-Te lo dije, espero que no nos afecta tanto -le dijo Caelum a Acrux.

-Sabes que la locura Black es legendaria -respondió el otro, y Sirius rodó los ojos al oír a sus sobrinos hablar.

Tras unos cuantos gritos, la cortina del cuadro de la señora Black se abrió y está comenzó a gritar.

-Vieja maldita, no te puedes quedar callada -gritó la señora Weasley mientras se dirigía a cerrar la cortina.
Pero los gemelos Potter fueron más rápidos y llegaron antes y se pararon frente al cuadro de su abuela.

-¿Quiénes se creen que son para cerrarme el paso? Quítense, tengo que callar a esa vieja bruja. -les gritó Molly.

-Le hago yo la misma pregunta ¿Quién se cree que es? Y respondiéndole la suya somos los Herederos de la familia Black, y esta vieja bruja, cómo usted la llama, es nuestra abuela -dijo Acrux y puso los brazos en jarra al igual que su hermano con una expresión desafiante. Cuando terminaron de hablar, se oyeron sollozos que provenían de atrás de ellos.
Era la señora Black, que no cabía en la impresión.

-¿Son mis nietos? -preguntó Walburga en lágrimas.

-Sí, abuela, no llores. Somos los hijos de Lyra -dijo Caelum, lo que provocó que la señora Black, soltará aún más lágrimas.

-Por favor, madre, vamos a la biblioteca para poder hablar con más calma -dijo Sirius, guío a los gemelos a través de las escaleras mientras los llevaba al último piso de la casa.

Mientras subían las escaleras, ambos hermanos, miraban cada detalle, la casa ahora vieja, enmohecida y ennegrecida, tenía vestigios, al igual que su dueño, de una belleza y elegancia que le había sido robada por el paso del tiempo y el abandono. Quizás por la locura del viejo elfo doméstico de la familia, o por otra razón desconocida para ambos.

Al llegar al último piso, divisaron al final del pasillo una puerta de roble delicadamente ornamentada con el escudo de la familia Black en el centro, Sirius colocó su mano ahí, y cuando la habitación lo reconoció las puertas se abrieron dejando ver una excelente colección de libros que rivalizaba con la biblioteca de Hogwarts, desde magia oscura hasta magia ancestral, rituales, sanación e ilusión. Al lado derecho de la habitación frente una chimenea con el escudo familiar, se encontraba una mesa con sillas, que figuraba como área de estudios e investigación. Los libros en los estantes estaban ordenados por áreas y fecha de publicación. La biblioteca al diferencia del resto de la casa el área mejor conservada, quizás por el hechizo de éxtasis al que estaba sometida, a diferencia del resto de la casa que tras la muerte de Walburga y sin los hechizos necesarios se mantuvo activo esperando a su heredero.

-¡Es asombroso! -exclamó Caelum mientras recorría cada uno de los estantes y leía detenidamente los nombres de todos los libros.

-No sabía que te gustaban los libros -dijo Acrux.

-Ni yo tampoco, pero seguramente era por las pociones y esas cosas.

-No te preocupes, los libros no se irán a ningún lado. Ahora vamos a buscar el retrato de mi querida madre -dijo Sirius.

-Sirius, se serio -dijo Caelum, haciendo que todos se rieran.

-Oye, los chistes malos con mi nombre solo los puedo hacer yo -dijo con aire ofendido- Nah, es mentira.

Continuaron caminando entre los estantes de la biblioteca hasta llegar a una nueva puerta, no tan decorada como la anterior, pero de gran calidad. Sirius volvió a colocar su mano en el centro de la puerta, sobre el escudo y cuando la puerta se abrió dejó ver la habitación de los retratos, donde se encontraban todos los miembros de la familia. Caelum notó rasgos comunes a todos los miembros de la familia: ojos oscuros o grises, al igual que los cabellos, una belleza aristocrática y pómulos bien definidos. Todos tenían los retratos tenían esa actitud desdeñosa y de su superioridad que algunas veces había visto en su padrino y su hermano.

Al final, llegaron al retrato de Walburga, la cual aún tenía pequeñas lágrimas que se esforzaba en limpiar, a su lado había otros el cual creyó que era del difunto Lord Black: Orión, el padre de Sirius.

-Madre, padre, miembros de la familia Black -dijo Sirius, atrayendo la atención de gran parte de los retratos presentes en la habitación- les presentó a mis sobrinos Caelum y Acrux Potter Black, mis herederos.

Los gritos y exclamaciones no tardaron en llegar, solamente las palabras sobrinos y Potter, hizo que todos los retratos abrieran los ojos.

-Pero, si el último Potter se casó con una sangre sucia -dijo uno de los retratos que Caelum no reconoció.

-Querida, bisabuela Violetta, controla tu ponzoñosa lengua, y ten cuidado en cómo te refieres a nuestra madre -dijo Acrux, a la que alguna vez había sido y seguía siendo su bisabuela materna, la madre de Walburga, Alphard y Cygnus.

-Lo siento -dijo Druella.

-Lo que dijo la querida tía Druella es verdad, pero en la prueba de herencia que se realizó mi sobrino Caelum, dice que su madre Lily Evans, quien es en realidad un miembro perdido de la familia Black, más específico mi hermana gemela. -dijo Sirius, haciendo una pausa para que sus palabras fueran entendidas por todos los retratos. El retrato de Walburga volvió a llorar desconsoladamente al igual que el de su esposo Orión Black- Madre, por favor, ¿por qué jamás supe que tenía una hermana?

-Oh, Sirius, pequeño, lo siento tanto... -le dijo el retrato de su madre, con un tono cariñoso que no había oído desde que era un niño y la sangre se le heló recordando los momentos en que su madre lo arrullaba y en las noches le contaba un cuento- Fue tan doloroso perder a tu hermana, y yo me cerré tanto en mí misma, que simplemente no pude...

-Está bien madre.

-Lo siento tanto, hice tu vida un infierno, pero cada vez que te veía, la veía a ella, era tu versión femenina, toda una niña Black -sus palabras reflejaban el dolor que sentía por la pérdida que había sufrido hace tantos años- Recuerdo aquel día, el día en que la perdí. Ambos eran tan traviesos y no se conformaban con jugar dentro de casa, por lo que teníamos que llevarlos a jugar al parque, los elfos no podían estar frente a los muggles, así que tu padre y yo los llevábamos, al final eran todo un desastre. Ese día, tú y hermana estaban jugando frente al estanque y yo estaba de espaldas a ustedes, podía oírlos así que no me preocupé, de repente comenzaste a llorar así que enseguida fui a verte y me dijiste que tu hermana no estaba... -las lágrimas volvieron a inundar su rostro, un sollozo descontrolado- Comenzamos a buscarla por todos los lugares, pero jamás apareció, su desaparición fue reportada al Cuerpo de Aurores, pero al momento de tú entrada a Hogwarts, tú hermana fue declarada muerta, y yo me distancié aún más. Su nombre fue eliminado del tapiz, como si nunca hubiera existido.

-Te perdono, madre. Y yo también lo siento -dijo Sirius, con los ojos llenos de lágrimas.

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Hola, aquí tienen otro capítulo de Los últimos Potter.

Respecto al capítulo, desde el inicio tuve la idea de reivindicar a Walburga. Espero que disfruten el capítulo. Los tres próximos capítulos serán más interesantes. Un resumen en cuatro palabras: familia, historia y árboles genealógicos.

PD: Recuerden que todos los comentarios, ideas y sugerencias sobre y para la historia son bienvenidos.

Los últimos PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora