La mansión Black era un lugar terriblemente oscuro, casi tanto como Hogwarts, pero las pinturas y cuadros en las paredes le daban un toque familiar. Eso fue lo pensó Caelum, cuando entró a unos de sus salones tras salir de la Red Flú. Sirius los había sacado de Grimmauld Place a las 6 de la mañana.
Caelum y Acrux miraron alrededor, paredes revestidas de madera oscura, cuadros con escenas de la historia mágica, sofás y sillones, alfombras de terciopelo. Fastuosidad, poder y ostentación por todas partes, ese era el significado de ser descendiente de las familias más antiguas de la Inglaterra Mágica.
Cuando salieron de su ensimismamiento pudieron observar la figura de alguien que se acercaba. Ambos hermanos alertaron a Sirius.
-¿Quién anda ahí? -preguntó Sirius, con la varita en alto.
Se sintieron pasos apresurados, y en pocos segundo pudieron ver a una mujer de unos ocho ochenta y pelo negro aún en ropa de dormir, apuntándoles con su varita.
-Abuela, ¿quieres matarme de un susto? -preguntó Sirius con una sonrisa.
-Eso son formas de saludar Sirius Orión Black, te enseñamos mejor que eso. -respondió la mujer con un tono severo, que se asemejaba demasiado al de la Profesora McGonagall.
-Lo siento abuela. ¿Cómo estás? -Sirius se acercó y le besó cada mejilla.
-Vamos, sentémonos, no querrán despertar a Irma y a Cassioppeia. -se giró a Sirius- Y ahora tú, me tienes que explicar muchas cosas, pero primero preséntame.
Sirius se volvió hacia ambos hermanos.
-Chicos, esta es vuestra bisabuela Melania Victoria Black, nacida MacMillam.
-Es un placer conocerte, eh... ¿abuela? -dijo Caelum, algo nervioso por quizás haber metido la pata- Yo soy Caelum Harrison Potter, y el rubio oxigenado es mi gemelo Acrux Jameson Potter.
Acrux le dio en las costillas. Y Caelum respondió con algo parecido a "Duele".
-Abuela, estará bien. Y es un placer conocerlos. Los cambios en el árbol me tenían algo intrigada -respondió Melania con una sonrisa- Mipsy.
Un elfo doméstico femenino apareció frente a ellos, con una bata que tenía bordada el escudo Black.
-¿Qué desea la maestra Melania? -preguntó el elfo.
-Prepara el desayuno para 6 personas. Y luego, prepara las habitaciones del señor, y los cuartos de los herederos.
-Mipsy, lo hará, señora.
El elfo desapareció. Y Melania se giró hacia Sirius.
-Yo me iré a cambiar de ropa. Y deberías darles un recorrido por la mansión.
La mansión Black era inmensa, más de 5 salones solo en la planta principal, casi 30 habitaciones de invitados, más la de los miembros de la familia. Un biblioteca inmensa de dos plantas, que en palabras de Sirius contenía "la mayor colección de libros sobre Artes Oscuras de todas Europa, y que no podrían leer hasta que no fueran mayores".
-Este es el grimorio de los Black -dijo Sirius y señaló la plataforma que en el centro de la biblioteca tenía sobre un pedestal un libro enorme- Están en él todos los hechizos, pociones y rituales creados por los Black. Está vuestra disposición. Los grimorios son libros algo especiales.
Se acercó al libro, lo tomó e hizo como que lo levantaba, algo parecido al humo se formó, y de repente en sus manos estaba una copia del libro.
-Esto -señaló el libro en sus manos- Es una copia exacta del Grimorio, podéis tomar cuantas copias queráis. Eso no importa, la persona que tome en sus manos un Grimorio familiar y por cuyas venas no corra sangre de la familia, sufrirá terribles consecuencias, teniendo en cuenta sus intenciones respecto al libro, desde una muerte, una dosis de la maldición Cruciatus, pérdida total de los sentidos, pérdida de la movilidad. Nadie nunca podrá leerlo, esa regla solo tiene la excepción de las consortes. Cualquier mujer casada con una Black puede leerlo.
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Los últimos Potter
FanficEn el día de su cumpleaños 15, ante una revelación Harry cambiará su actitud y sus formas de pensar y junto a su hermano llevara la paz y la gloria al mundo mágico. Tomará su lugar como un digno heredero de la Noble y Ancestral Casa de los Potter y...