CAPÍTULO 14: Yo, ¿un príncipe?

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Unos días antes de la vista en el Wizengamot, ambos hermanos y su perro mascota realizaron una nueva visita a Gringotts para atender asuntos que por cuestiones de tiempo habían sido imposibles de resolver en la primera visita.

A las 9 de la mañana estaban frente al banco, se dirigieron el interior donde Ragnek les estaba esperando. Fueron conducidos nuevamente por los interminables pasillos hasta llegar a la oficina de la Casa Potter, el duende les hizo pasar al interior y les indicó unas sillas frente a su escritorio.

-Gracias por visitarnos nuevamente, hay asuntos que necesitan su atención inmediata –dijo el duende.

-Es un placer estar aquí –dijo Sirius, que había dejado atrás su forma animaga– ¿Cuáles son estos asuntos de extrema importancia?

-Primero, el Heredero Potter nos ha indicado que buscáramos los horrocruxes restantes de Tom Riddle –dijo el duende con una mueca de desprecio en su boca.

-Por favor, Ragnek dígame Caelum, aún quedan muchos años de reuniones. Y dígame, ¿encontraron algo?

-Como desee. Y si, hemos encontrado uno dentro de nuestras propias bóvedas.

-¿Dentro de qué bóveda? –preguntó Acrux, inquieto.

-Dentro de la bóveda de Lady Bellatrix Lestrange. –Sirius pensó que era de esperarse, su prima Bellatrix había sido alguna vez una de sus más fieles seguidoras de Riddle.

-El Horrocrux ya ha sido descontaminado y puesto en su bóveda, señor. Estas operaciones corren a cuesta del banco.

-Gracias, Ragnek –le dijo Caelum.

-Nuestras búsquedas indican otros dos horrocruxes, uno en el pueblo de Pequeño Hangleton y otro en Hogwarts. –ante la mirada atónita de Sirius, Caelum y Acrux, el duende explicó– No sabemos con exactitud, pero está dentro del castillo, suponemos que en las partes superiores. Nuestros equipos se encargarán del primer Horrocrux pero simplemente no podemos entrar en Hogwarts, así que les recomiendo que cuando comience el curso escolar lo busquen y los traigan directamente aquí. No podemos permitir que esas aberraciones sigan existiendo.

-Nos encargaremos de eso –dijo Acrux.
Ambos hermanos estaban profundamente aliviados, uno de ellos había sido destruido y dos más de ellos habían sido localizados, el único problema era el desconocimiento de cuantos más había creado.

-He cumplido vuestras órdenes de invertir en otros negocios, ahora sois dueños del 70% del periódico El Profeta, así como de otras empresas y negocios. Respecto a vuestra otra indicación he actuado con discreción, pero mis superiores han sido informados al respecto sobre los crímenes cometidos contra Caelum –dijo el duende en un tono de voz que no dejaba dudada que pagarían por lo que habían hecho– También debemos contratar los servicios de un abogado.

-¿Para qué? –preguntó Sirius, ya tenían uno para ayudar a Caelum en su juicio, gracias al cual todos los planes se habían ido al traste.

-En los últimos 14 años, varias personas han utilizado la imagen de Caelum en todo tipo de negocios, desde libros hasta publicidad para escobas. Y no han sido pagadas las correspondientes regalías por el uso de vuestra imagen.

-No se preocupe por el abogado, contacte con Andrómeda Tonks, ella se encargará de todo –dijo Sirius.

-Al igual que hay regalías que no han sido pagadas por el uso de su imagen, desde hace 14 años, Lord Malfoy ha dejado de pagar la deuda existente entre la casa Potter y la casa Malfoy.

-¿A qué deuda se refiere? –preguntó Acrux, su pa… Lucius jamás le había hablado de una deuda con los Potter.

-Hace alrededor de 150 años, tras una guerra los Malfoy estaban en bancarrota y acudieron a todas las casas poderosas, pero solo los Potter se ofrecieron a ayudarlos, así que les entregaron alrededor de 20 millones de galeones, que debían pagar por los próximos 200 años. Pero Lord Malfoy, ha incumplido el contrato.

Los últimos PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora