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Suspiré mientras veía el blanco techo de mi habitación, mis aún algo adoloridos ojos tenían una lucha interna por no cerrarse nuevamente.
Tras aquella pelea, mamá no me permitió ir a la escuela por hoy debido a que parecía más un cuerpo sin vida caminando que un ser humano.
Aquél tiempo a solas me dió la oportunidad de pensar un poco más en todo lo que ocurrió en mi vida desde que ingresé a la secundaria, desde mi primera vez en aquél autobús, y mi pelea con Arin.
Todo aquél desastre con el director, el conocer verdaderamente a Taehyun, la enfermería, el lindo pero al mismo tiempo horrible club de drama.
Mis inseguridades y amistad con Mia y Aisha, la falsedad de JungKook, y el problema alimenticio de Beomgyu.
En todo este tiempo, apenas tuve oportunidad de respirar para mi mismo. ¿Porqué de pronto me sentía tan cansado?
Quiero cuidar de mis amigos, estar ahí para cada vez que Taehyun se estrese o Beomgyu llore. Abrazarlos y darles todo el apoyo que mi corazón esta dispuesto a dar.
Pero mi cuerpo no podía más con este ritmo.
El celular a un lado mío vibró, asustandome. Al tomarlo noté que se trataba de Taehyun.
— ¡Junnie! — gritó HueningKai colocando su cara sobre toda la pantalla cuando recién conteste. Taehyun lo empujó dejándolo ver a él y a Beomgyu a un lado suyo.
— ¿Qué tal estás? — preguntó el dueño de la llamada, sus mejillas están adornadas por un lindo color rosa, fácilmente supe que era por el chico a un lado suyo, a quien le dedica miradas rápidas con pequeños risitas.
Desearía que Soobin fuera así conmigo.
— bien, solo un poco aturdido. — contesté, sin mucho ánimo. — ¿Y ustedes?
— expulsaron a JungKook. — grito HueningKai en el fondo, con una gran sonrisa, la cual correspondí de forma más leve. — no tenemos mucho que hacer realmente, nos haces falta.
Beomgyu asintio con un puchero.
— tal parece que al único al que no le hago falta es a Soobin. — burlé con una risa que quizá sonó más dolida que verdadera.
— está ocupado ahora, eso fue lo que nos dijo. — murmuró Beomgyu. — cuando vuelva, podemos volver a llamarte.
— no es necesario.
— ¿Tienes algún problema con él?
— no quiero hablar de problemas ahora, Beomgyu. — solté sin más, quizá de una forma un tanto molesta, ya que el mencionado solo agachó la mirada asintiendo. — yo... Lo lamento, no debí responder así. Solamente estoy cansado.
