Lección 18. La jungla: diversos tipos de profesores

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«Suerte en tu safari académico»

Advertencia, en esta lección trataré de condensar los principales tipos de profesores, pero debemos comprender que tratar de clasificar a cada uno dentro de una especie, es imposible porque al igual que infinitos tipos de personas, nos encontraremos con una variedad ilimitada de maestros.

 El chihuahua

Se trata del inconfundible docente inofensivo que se caracteriza por su conducta pasiva e inalterable. En su cátedra los alumnos aprovechan para hacer relajo, se dedican a tertuliar compulsivamente durante todo el período y cuándo no, a textear con sus celulares a plena vista y paciencia del chihuahua.

Aunque en algún momento el profesor termine por alterarse, solo recurrirá a un pequeño regaño más parecido a un chillido que causará gracia en vez de infundir respeto entre los estudiantes; los ladridos de un chihuahua no intimidan a nadie.

Numerosos son los chihuahuas que tienen buenas intenciones, pero al ser tan permisivos terminan malcriando a sus pequeños saltamontes. Los estudiantes hacen todo menos estudiar, prácticamente las horas que imparte clases este profesor son tomadas por el 99 % de los alumnos como descanso.

El peligro de los chihuahuas es que, al no generar esa necesaria tensión entre profesor y estudiante, ya no existe ese empujón a tomarse las clases en serio, por lo que la mayoría sucumbe a la necedad de darle muy poca importancia a los trabajos, además de no poner atención en clase, y obviamente, recurrir en las evaluaciones a un comportamiento descarado; se copian flagrantemente en las narices del chihuahua, por lo que terminan aprobando gracias a lo magnánimo de su ser.

Realmente el problema radica en que el profesor soñado de todos; permisivo y tranquilo, con ganas de darte las oportunidades necesarias, se termina por transformar en alguien demasiado paciente con personas irresponsables que llegan a abusar de su confianza. Son docentes que no merecemos porque si en un mundo ideal los estudiantes no se dedicaran a abusar de la flexibilidad e inexistente severidad del maestro, y por voluntad propia se entregaran al estudio -con seriedad-, no se generarían inconvenientes.

Ojo con los chihuahuas, mientras todos los demás se ríen de estas inofensivas criaturas, tú debes seguir valorando prudentemente tus clases porque no puedes caer en ese cliché universitario de quien no puede trabajar duro si no es con un docente letal que le apunte con el revólver a la cara.

El Camaleón

Los camaleones se parecen mucho a los chihuahuas, son esos docentes que también se comportan sumamente flexibles; en sus clases todos se dedican a platicar y armar el relajo. Cuando te das cuenta, se ha acabado el período académico sin que nadie haya prestado atención, los trabajos no se entregaban correctamente y parecía que no había problema con el profesor, pero esto -en realidad- es un grave error.

Las personas se dan cuenta que no están ante un chihuahua cuando ya es tarde, el camaleón tiene dos fases, primero se dedica a impartir su materia con un aire tranquilo, ni siquiera se toma la molestia de pasar asistencia o regañar a aquellos que no toman apuntes, tampoco se molesta si las personas no participan... Es totalmente ajeno al pobre desempeño de los estudiantes, pero hasta aquí llega la primera parte, en la segunda despierta una faceta macabra donde el día del examen se exhiben ejercicios sumamente complejos y naturalmente, la mayoría reprueba gracias a que nunca se tomaron en serio el curso.

Los estudiantes en ese momento suplican piedad, pero quien antes era visto como chihuahua ha mudado de piel, y no regala ni siquiera un punto a quien lo necesitase para aprobar, los exámenes se vuelven masacres y la absurda mayoría de soldados que se atenía a la pasividad del enemigo, caen sin remedio alguno.

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