Lección 12. Tercer dilema: ¿el fin justifica los medios?

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«El problema de lo anteriormente expuesto es que vives en una mentira, lo peor de todo es llegar a creértela»

Este manual no podría estar completo sin un apartado dedicado enteramente a resolver esas dudas y tentaciones tan dañinas que vas a experimentar durante los siguientes años, ¿harás trampa para pasar las materias? Hacer trampa puede significar muchas cosas, es algo tan variado como la cantidad de sabores de helado existentes en el planeta, puede partir desde el nivel más básico hasta el más elaborado, va desde un cono hasta una banana split.

Existen personas dedicadas en cuerpo y alma a burlar el sistema, se inventan tantas tácticas que cuando las atrapan, ya han experimentado con más de las que puedes contar con tus dedos; van desde usar el celular para acceder a información, así como la implementación de sofisticadas redes de copia en el examen, el uso de papeletas, apuntes o fórmulas escritas en alguna parte del cuerpo, el uso de cómplices con un celular en el baño (dispuestos a mandar las respuestas), el intercambio de exámenes en mera prueba, acceder de forma sutil al cuaderno o algún libro (que se dejó estratégicamente al lado de los pies, en la mochila abierta), que algunos distraigan al profesor con consultas mientras los demás se pasan las respuestas mediante susurros (que más bien parecen toscos gritos), que alguien -en cuyo caso ya terminó el examen- dicte las soluciones desde el pasillo, levantar o poner el examen de tal manera que el vecino pueda observarlo y copiarse, etcétera. Ustedes comprenden, los métodos son tantos como la creatividad de las personas.

En algún momento de tu vida te encontrarás ante la siguiente decisión: usar o no alguna de estas mañas, pero debes tomar en cuenta que, si lo haces, ya no hay marcha atrás, los resultados son inciertos, o te atrapan y se echa todo a perder, o consigues una nota perfecta pero que no te mereces.

Obtener puntuaciones perfectas sin mucho esfuerzo, utilizando la copia como recurso infalible para nunca dejar clases y el uso de cualquier método para conseguir tus objetivos, puede resultar tentador, es una filosofía que promete mucho a cambio de poco, pero hay una objeción a todo esto; estás construyendo un edificio con ladrillos blandos, y sin una buena base que sea firme y capaz de sostenerlo.

El fondo del asunto es que pueden producirse dos situaciones en tu mente, en la primera no quieres esforzarte y te resulta más sencillo esta doctrina del escape, le dices adiós al esfuerzo y obtienes falsos resultados que no te mereces, de tal manera que pasas jugando con tu PlayStation 24/7, casi que a un ritmo en el que tus dedos se van a deformar, pero puedes tener las calificaciones de un excelente estudiante. En el segundo escenario, tienes la creencia, aunque no sea a nivel consciente, de que «no eres capaz», no puedes obtener un 100/100 porque te consideras un incompetente que nunca podría alcanzarlo sin usar alguna trampa, te miras tan poca cosa y arrastrado que no te visualizas siendo aquel constructor esforzado que pacientemente fabrica cada ladrillo de un monumental edificio.

Como no te crees capaz y dudas de ti, te ves obligado a recortar caminos y a usar el plagio en tus trabajos, los fraudes en los exámenes. Al final del día, sin darte cuenta solo eres un actor, o más bien un impostor, representando un papel, porque tus calificaciones no dicen quién eres, son unas victorias falsas que pertenecen a alguien igualmente falso.

El problema de lo anteriormente expuesto es que vives en una mentira, lo peor de todo es llegar a creértela, te convencerás de que eres un «adelantado» por conseguir lo mismo o mejor que los demás, sin hacer esfuerzos, pero en el fondo sabrás que las glorias conseguidas, solo son prestadas y sin significado alguno. Podrías tener el mejor promedio de tu facultad y eso seguiría sin significar nada, absolutamente nada.

Ahora, si lo que ya expuse no te convence, te voy a ofrecer el «camino del ganador», el de la ética y los valores, mi mantra, tú decides pequeño saltamontes, qué deseas tomar: puedes pensar de ti mismo como un escalador, pero no cualquiera,

Todos los sacrificios y esfuerzos habrán valido la pena cuando finalmente llegues a la cima, y estando ahí coloques tu bandera, para gritar al mundo «LO HICE», lo mejor de todo será que lo habrás conseguido gracias a tus méritos, gracias a tus destruidos pies, será una victoria llena de gloria, de prestigio y mérito.

Te pregunto, ¿de qué serviría salir con una persona que no te ama?, de qué sirve que el mundo te reconozca, cuando sos un fraude por lo que en el fondo tú no te reconocerás, de qué sirve saltarse las reglas para ganar si en el momento en que utilizaste los medios ilegales ya perdiste. ¿De qué sirve el promedio perfecto si se basa en una práctica imperfecta?

El camino del ganador incluye caer si es necesario, si negarte a copiarte de otro estudiante involucra dejar una clase, ¡qué así sea!, pero que no digan que pasaste solo por copia, sino que la dejaste, pero cada punto lo conseguiste en base a tu esfuerzo, y que diste lo mejor de ti.

Si todos los alegatos anteriores todavía sigue sin convencerte, entonces tal vez por último recurre al miedo para espantar estas tentaciones; si hay personas que no cometen delitos porque tienen buen corazón, también existen quienes no lo hacen únicamente por el miedo a la cárcel. Así es el ser humano, a veces se necesita disuasión para regular nuestro comportamiento, no es hasta que te quemas que entiendes lo peligroso que es el fuego, de igual forma sucede con quienes incurren en trampas para burlar a la universidad, terminan todos y cada uno de ellos, recorriendo un camino que solo tiene un resultado: ser descubiertos y castigados.

No solo pasarás vergüenza, también perderás una buena imagen de tu persona y te verás como alguien indigno de confianza, además de peligrar tu estadía en la universidad, porque puedes ser expulsado o suspendido dependiendo del reglamento, (hay universidades que castigan el plagio con la expulsión). Las personas que se copian son como los jugadores del casino, se vuelven adictos a esa sensación de placer al ganar fácil, lo que no saben es cuándo detenerse, se vuelven demasiado impulsivos y terminan cometiendo errores, nunca saben retirarse, por lo que terminan saboreando la miseria. Indudablemente serás descubierto y castigado.

Los dos caminos están bastante claros, ya sea vender tus principios por resultados, o mantenerte recto hasta el final, pase lo que pase. Es tu decisión, pero toma en cuenta que esta sea una que te enorgullezca, una que puedas gritar al mundo.

Como no podía faltar, te contaré una escena, imagina a un estudiante que últimamente mucho se ausentaba en clase, debido a asuntos personales que le hacían relegar la universidad a un segundo plano, por lo que decidió hacer trampa en los exámenes para pasar las clases puesto que su modo de vida era incompatible con las exigencias de los estudios, en pocas palabras se había acostumbrado a pasar todas las pruebas gracias al uso de su smartphone, que guardaba en su cartuchera y astutamente usaba para consultar en medio del examen cualquier pregunta que no pudiese responder (el 99 % de todo lo interrogado). Dicha persona se ubicaba siempre al fondo del salón, y se mantenía con un bajo perfil. Las estrategias de esta índole pueden funcionar, pero nunca lo harán para siempre.

Un día, en medio de un parcial, casi como un rayo el profesor se percató de lo que estaba pasando y se acercó rápidamente hacia el lugar donde el desprevenido estudiante se encontraba, por lo que le confiscó el celular. No le había dado ni tiempo de reaccionar ante esta vertiginosa movida, nunca olvidaré lo que respondió el susodicho: «Profesor, no es lo que parece, estaba usando mi celular para escribirle a una tía». Huelga decir que dejó la clase.

Se puede apreciar entonces, cómo hasta los más expertos en sus crímenes, pueden ser descubiertos y caer en desgracia, de tal manera que la colosal torre que venían construyendo -pero con una base de arena- se desmorone en un segundo.

Resumen

Venderás tus principios para obtener resultados, ¿o los resultados te están comprando a ti y bastante barato? Recuerda, habrá consecuencias para quienes se arriesguen a copiarse, tal vez no hoy ni mañana, pero algún día.



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