Lección 9. El buen cuaderno: apuntes de un pro

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«A un duelo de espadas no se va con una cuchara»

Para introducir este tema, traeré a colación una situación verídica; es bastante seguro que, en más de alguna ocasión, se haya presentado la oportunidad proveniente de un magnánimo profesor (en un acto de compasión), de permitir a sus estudiantes usar sus cuadernos para resolver una prueba.

En ese momento en el que todos están alegres, he sido testigo de cómo expresiones faciales sonrientes (parecidas a las de un loco), dan lugar a la tristeza en cuestión de segundos, cuando un alumno se da cuenta que mientras los demás aprobarán con excelentes calificaciones, él no tiene ningún apunte en su cuaderno, es más, con costo puede observar un par de fechas y títulos, aparte de dibujitos y rayas, que para su desdicha no le ayudarán en nada.

Pequeño saltamontes, repite después de mí: DEBO TOMAR NOTA EN CLASE, porque de lo contrario no lo pasarás tan bien en el examen, lo vivirás igual que una persona en silla de ruedas intentado bailar ballet, tus piernas son todas esas informaciones recabadas en clase, tú decides en qué capacidad física irás al baile.

Para la gente del montón, basta con el simple consejo de realizar apuntes, pero como yo quiero verte siendo un ganador, tus notas deben de ser excelentes, recuerda que no todos los cuadernos son iguales, —aparte de las personas que desgraciadamente escriben criminalmente hacia la vista—, existen muchas variantes que además tienen peso.

Llevar un cuaderno ordenado no solo recae sobre la tarea de intentar escribir con buena caligrafía, es un arte que involucra en gran medida una personalidad metódica. Es más que solo copiar todo lo estudiado en clase, se necesita de una buena intuición, y el razonamiento detrás de esto, se debe a que, a partir de ese constante bombardeo de información en clase, debes poder filtrar lo más importante, lo más esencial.

Si en tu cuaderno te tomas la molestia de dejar consignado cuáles temas son fundamentales, o las ideas principales, ya estás asegurándote un examen exitoso. Es una ley general, si sabes dónde apuntar, únicamente es cuestión de tiempo para ver los resultados.

Cuando hablamos de los apuntes de un pro, debes plantearte muchos detalles, aquí te enumero algunos para que los tengas en cuenta: nunca olvidarse de anotar fecha y título de la temática, para cada clase (sin excepción), el uso de distintos colores junto con símbolos para una mejor organización del contenido, por ejemplo, puedes anotar los títulos en tinta azul mientras que los textos en negro, e incluso datos importantes en rojo, ¿vas captando la idea?, otra medida sería el uso de símbolos de tu preferencia para designar ideas claves que estás seguro que serán evaluadas en el examen, por lo que así te vas preparando mejor.

Déjame decirte que este último punto es importante puesto que, si prestas atención, siempre los profesores dejan explayado al impartir clases, aquel contenido (en particular) que preguntarán en los exámenes, tú solo debes saber escuchar y desarrollar ese instinto. Podría ser que el docente preste especial énfasis en un ejercicio el cual repita una y otra vez, es en ese instante dónde lo observas y pones un símbolo de alerta en tu cuaderno, de tal forma que cuando te toque estar listo para el examen, tú, pequeño saltamontes, tengas mucha ventaja sobre aquellos que no realizaban anotaciones.

Otro consejo es dejar bastante claro, aparte del uso de la fecha, dónde comienzan y terminan los apuntes de cada clase, gracias a separadores que pueden materializarse como líneas divisorias, así al realizar repasos desde el inicio del curso, no mezclarás qué aprendiste o estuviste estudiando en cada sesión, porque las tendrás bien definidas.

En pocas palabras, tu cuaderno debe ser tu santuario, míralo como ese espacio donde archivas tus conocimientos y por supuesto, ¿quién prefiere archivar todo en el completo caos y sinsentido?, luego será un tormento tratar de descifrar tus notas jeroglíficas si no te tomas esto en serio. Claro está, el peor de los casos no es el desorden, sino la absoluta falta de información, por lo que el mal mayor es no tomarse la molestia de copiar apuntes; he conocido casos de personas que ni llegan con lapicero a la universidad, mucho menos tienen cuadernos y es preocupante porque el pronóstico que les dará el doctor, es enfermedad terminal de idiotez, con clases reprobadas crónicas.

Un tip interesante y que dependiendo de tu situación puede ser útil, es el uso de cuadernos con capacidad para muchas materias, esto se explica por el fenómeno de que si vas a llevar cierto número de clases, supongamos cuatro o cinco, en un período no tan largo —acuérdate que ya no estás en la secundaria donde veías en general, las mismas materias todo el año—, vale la pena tener un solo cuaderno, en vez de comprar los cuatro solo para que terminando el curso, tengas varios sin acabar de usar, o con un uso paupérrimo del 50 %.

Para usar esta técnica es necesario tomar en cuenta el volumen de anotaciones por cada clase y la extensión del período que vamos a estar cursando, si resulta factible llevar un cuaderno multimateria lo que conseguiremos es olvidar ese viejo problema de los descuidos porque al solo tener un lugar para realizar tus apuntes, es más difícil que lo dejes en casa e incluso tienes el respaldo de llevar contigo siempre los textos de la totalidad del curso. Obviamente, la misma ventaja aplica si todos tus apuntes, han sido digitalizados y están a un clic en tu dispositivo de conveniencia.

Este manual es a prueba de tontos y por supuesto, aunque esté de más, te recordaré nunca olvidar de anotar en tus cuadernos o agendas, tu nombre y datos de los cursos. Esto se debe a que en caso de pérdida sabrán los demás a quién pertenece el material y, porque, en segundo lugar, tendrás los nombres de tus docentes junto con los medios para poder contactarlos ya que no quiero que seas el típico universitario que, al realizar entrega de trabajos, ande preguntando el nombre completo del profesor. Además, cuando se trate de los profesores que brinden sus correos o cualquier otro medio para establecer comunicaciones, debes tomártelo en serio porque nunca sabes cuándo te surgirán dudas y la mejor manera de resolverlas es el diálogo directo con la persona que terminará por evaluarte.

Como se ha explicado anteriormente, tu cuaderno es un espacio sagrado y aunque también sobra decirlo, no faltará el estudiante con delirios de artista que intentará dibujar en cada uno de estos (su supuesta arte), ¡abstente!, le quitas seriedad a tus apuntes, sin incluir el argumento de que muy probablemente tus dibujos parezcan hechos por un gato ciego. En el peor escenario pasarás vergüenza el día en que algún docente o persona relevante revise tus libretas.

Recuerda, a un duelo de espadas no se va con una cuchara, así que mientras los demás usen un tenedor con sus apuntes mediocres, tú serás metódico y organizado con tus glosas.

Resumen

Llevar anotaciones claras, algunos tips son:

v Uso de fecha y título para cada sesión.

v Dejar bastante claro dónde comienza y termina cada sesión.

v Uso de diferentes colores y simbología, (todo aquello que te ayude a organizarte).

v Evaluar el tipo de cuaderno que mejor convenga, (¿qué capacidad de materias?).

v Un poco de esfuerzo por mejorar tu caligrafía no te va a matar.

v Recuerda, el peor apunte no es el desordenado, sino el que NO EXISTE.

v En el caso de que lo veas conveniente, tal vez sea mejor evolucionar y recabar toda la información de tus clases mediante medios virtuales (uso de laptops, tablets, entre otros).



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