Mi Diosa

capitulo 3

Sitran Vacolov.

- Señor las camionetas están listas - me dice mi guardia mientras guardo la pistola detrás de mi pantalón.

Le asentí y salió de la habitación, hoy hay que volar algunas cabezas, uno de mis socios me esta robando dinero, y se ve que con eso no le vasto si no también se tira a mis mujeres.

Aun que la verdad no me sorprende todas son unas zorras, me vais a llamar poco hombre pero como puedo llamar a unas mujeres que solo están detrás del dinero, carteras y mansiones a cambio me dan sus culos para hacer con ellos lo que yo quiera.

Nunca metí mi polla en  vaginas de mujeres, que solo están esperando eso para embarazarse y ser las reinas.

No creo que en el amor sin embargo la mujer que sea la reina de la mafia rusa, tendría que ganárselo con sangre y sufrimiento.

A esas si que les llamo MUJERES que son dignas de ser madre de mi hijo y tener el apellido Vacolov.

Al terminar de prepararme me bajo al salón donde me encuentro a mi mano derecha, Bruno Cotalok el hombre mas fuerte y de confianza que conocí.

- Hombre que estabas haciendo tanto tiempo allí arriba - me dice con una mirada coqueta, se donde quiere llegar con esa pregunta, es como mi hermano de sangre lo conozco desde pequeños.

- No es lo que estas pensando estaba vistiéndome, ¿ trajiste el informe ?- le digo, necesito ese informe para enseñarlo a hijo de perra de Marcos, y que vea sus propios erros.

Y también que sepan que con el rey de la mafia no se juega.  

- Cuando te falle - dice con una sonrisa de triunfo, y entregándome una carpeta negra.

- nunca - le digo con orgullo y es verdad, nunca dude de el siempre estuvo a pie conmigo.

De echo ha puesto su vida en riesgo tres veces por mi, y eso no se me va a olvidar toda mi vida.

- Vamos, llegamos tarde y quiero mandarle un saludo a Lucifer de mi parte - me dice con una sonrisa.

Lo que siempre me llamo la atención de el es que tenemos los mismos pensamientos, y además ¿ donde vas a encontrar un amigo que es peor que el diablo ?

Salimos de la mansión y nos montamos en uno de mis mejores carros, Ferrari 488 blindado y con pistolas bajo los asientos, atrás nos siguen mis hombres dos camionetas atrás y una a nuestro lado.

Al estar fuera de mi territorio, nunca se sabe quien te apuñala en la espalda.

Llegamos a la entrada y le di mis llaves a mi hombre de seguridad, no hace falta que haga fila ya que es uno de los nightclubs de los tantos que tengo, no me gusta presumir pero tampoco me gusta guardar lo que puede ver la otra gente.

Entramos y como siempre hay una camarera que nos espera, al entrar todas las vistas viajaron a mi ya estoy acostumbrado a eso, las chicas murmuran mientras me giñan un ojo y lo chicos mirándome con asco por llevarme la atención de sus mujeres.

Al  subir a la área VIP todos se fijaron en mi menos un grupo de tres personas, un chico que desde aquí se ve lo marica, una chica que no esta mal para una noche y en ese momento donde me fije en ella.

Una chica bellísima con un vestido negro que resalta sus curvas, el pelo suelto y piernas cruzadas y brillando, no pude retirar mi mirada de ella.

Ella ni siquiera se fijo en mi entrada y eso de alguna manera me llama la atención, siempre tuve a las chicas que quise y siempre se fijaban en cada paso que doy, pero ella tiene algo que me llama la atención.