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La alarma comenzó a sonar, eran las 7:00 a.m. y aquel peliburdeos debía despertar para asistir a su primer día de trabajo como enfermero. Con la pereza aún presente Tanjiro se levantó de su cómoda cama para dirigirse al cuarto del pequeño de la casa, también era su primer día en la escuela primaria por lo que el niño estaba emocionado.

-Shuichi es hora de levantarse... -le susurró al pequeño acariciando su mejilla.

-Hmm~ -balbuceó el niño.

-Hijo si no despiertas ahora llegarás tarde a tu primer día. -le advirtió el mayor.

Como si de un resorte se tratase Shuichi se levantó de su cama y estiró su cuerpo para bajar la pareza, analizó su alrededor ya que aún estaba algo dormido y se encontró con la sonrisa de su papá.

-¡Papi! -gritó feliz para saltar a sus brazos.

-¡Buenos días bello durmiente! ¿listo para tu primer día? -le sonrió dulcemente.

-¡Si!, ya quiero conocer a mis futuros amigos. -le devolvió la sonrisa.

-Esa es la actitud, ve a tomar un baño y luego iré yo, así ya podré preparar nuestro desayuno.

El pequeño fue corriendo hacía la ducha para tomar un rápido baño, mientras tanto Tanjiro comenzaba con el desayuno y preparando el uniforme de su hijo.
Shuichi era un niño de 6 años, su luz y razón para seguir adelante, ambos vivían en un pequeño departamento que sus padres habían comprado para él con muchos esfuerzo. No era grande pero estaba bien para ellos dos. Los padres del Kamado mayor lo habían ayudado con Shuichi mientras él terminaba los estudios, hacía unos meses acabó con ellos y, para su suerte, logró encontrar trabajo muy rápido como enfermero en la escuela donde su hermana Nezuko asistía. La paga era buena y los horarios igual, no solo eso era lo afortunado sino que no lo discriminaron por su género omega. Claro que su vida era difícil siendo un omega hombre, más aún con un hijo y sin alfa pero no se rendiría, el podía solo.

-¡Papi ya está libre el baño! -gritó el niño desde su cuarto.

-Primero debo cambiarte. -habló Tanjiro ya en la puerta de la habitación.

-¡Yo puedo solo!

-Nada de eso ven aquí.

El menor de mala gana se dejó vestir por su papá. Luego de unos 10 minutos Shuichi ya estaba listo y Tanjiro no podía más con la ternura de su hijo.

-¡Estas tan lindo! -el peliburdeos abrazó a su pequeño con gran fuerza.

-¡Papi! -rió a carcajadas el menor.

-Dejame tomarte una foto. -Tanjiro fue rápidamente a su cuarto por el teléfono y volvió en tan solo 10 segundos-. ¡Sonrie Shuichi!

-Papá llegaremos tarde

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-Papá llegaremos tarde.

-¡Cierto! ya me iré a bañar, puedes ver televisión mientras tanto.

Tanjiro se fue hacía el baño, quedándose unos segundos observándose en el espejo mientras el agua caliente corría en la ducha. Aquel cuerpo curvilíneo, su piel a penas bronceada, aquella rara marca en su cabeza y su cuello libre. Debía admitir que a veces era difícil sobrevivir en un mundo donde los alfas era la mayor categoría en la jerarquía, más aún con un pequeño a cargo, pero aquel horrible recuerdo respecto a los alfas sería difícil de superar.
Sin perder más tiempo tomó un baño muy rápido y se cambió, algo elegante ya que era su primer día y quería dar una buena impresión, un poco de colonia y ya estaba listo.

ꨄ︎𝓕𝓲𝔁 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽 ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora