𝓢𝓲𝓮𝓽𝓮

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Una semana desde aquel susto, una semana difícil donde los instintos Alfa de su pequeño Shuichi eran más evidentes. Entendía lo que el doctor dijo, no debía preocuparse, pero era inevitable ya que extrañamente el niño era más celoso y territorial con Tanjiro.
En esos momentos se encontraban tomando el desayuno, era fin de semana por lo que aprovecharían para salir de paseo, era una linda mañana con su sol en pleno esplendor y un clima perfecto para salir, ambos Kamado comían en silencio y con calma, nada los perturbada.

—Papi ¿dónde iremos hoy?

—¿Qué tal el cine o un parque de diversiones? tú elije donde quieras ir. —le sonrió con dulzura.

—¡Cine, cine!! —gritó feliz y emocionado.

—Perfecto iremos allí entonces pero hay que apurarnos si queremos aprovechar el día.

Shui comenzó a comer con rapidez sacándole una carcajada al mayor, desde hace un tiempo no salen ellos dos solos y extrañaba pasar tiempo con su hijo.
Al acabar de comer ambos se colocaron sus calzados y salieron del pequeño departamento camino a la parada de autobuses. Sus vecinos eran amables, conocían lo justo y necesario de su historia por lo que de vez en cuando ayudaba en algo, agradecía mucho aquello.

—Papi ahí viene, ahí viene. —gritó emocionado mientras saltaba al ver el medio de transporte.

—Tranquilo Shui pueden golpearte. —trató de calmarlo el mayor fallando enormemente.

Los Kamado subieron y emprendieron su viaje hasta el centro de la ciudad, Tanjiro prefería no estar en lugares concurridos, lo estresaban un poco y ponían nervioso pero aguantaría todo por su hijo. Era extraño en él salir solo, siempre estaba con Shuichi o algún familiar, tenía malas experiencias estando a solas en entornos concurridos.

Al llegar al cine el peliburdeos compró dos entradas para una película de superhéroes que se acababa de estrenar, su hijo era muy fanático de ellos y Tanjiro trataba de mimarlo con algunos regalos de vez en cuando.
La sala estaba repleta de familias con sus hijos, por un momento el mayor pensó en la idea de tener una, una pareja con la cual compartir esas situaciones y pequeños momentos pero lamentablemente su realidad era diferente y sólo era él con su niño. La función comenzó y padre e hijo la pasaron genial con la compañía del otro, riendo e incluso llorando en algunas escenas.

Al salir decidieron ir a almorzar ya que tenían demasiada hambre, ambos tenían antojos de pasta por lo que fueron a un restaurante familiar y disfrutaron de la deliciosa comida. Las miradas no faltaron en ningún momento, el atrayente aroma de Tanjiro les indicaba que no tenía un alfa y, por consecuencia, el que tuviera un hijo era algo curioso para muchos.
Al terminar su almuerzo comenzaron su pequeño paseo por el centro, observando las tiendas y disfrutando el buen clima.

—Papi tus amigos...¿son alfas verdad?

—Así es Shui ¿por qué preguntas?

—Por nada... —un pequeño silencio se instaló entre ellos hasta que el niño lo volvió a romper—. Y mi otro papá ¿también era alfa? —Tanjiro se detuvo de golpe ya que su hijo nunca preguntaba por su otro padre.

—Él...si lo era hijo, era un alfa.

—¿Algún día lo podré conocer?

—¿Tú quieres conocerlo mi amor? —le preguntó agachandose a su altura.

—Papi está triste cuando pregunto por él...

—Tienes todo el derecho de conocerlo Shui pero...

—¿No me quiere?

—¡No! no es eso...es complicado hijo, a veces los adultos somos personas difíciles. —sonrió apenado.

—Entiendo...

ꨄ︎𝓕𝓲𝔁 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽 ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora