𝓝𝓾𝓮𝓿𝓮

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Con aquel encuentro Tanjiro no pudo evitar recordar todo lo que había sucedido años atrás, recuerdos que logró reprimir a lo largo de los años, no por distraído sino por su salud mental. El único momento donde recordaba algo era en sus sueños, pesadilla para él.
Una historia de un amor puro que Muzan se encargó de corrompen poco a poco.

Flashback

Un joven Tanjiro de apenas 18 años comenzaba a planear su futuro luego de graduarse de preparatoria, su gran meta era la universidad de medicina. Gracias a sus buenas notas era posible el obtener una beca pero, sólo por si acaso, el pelirrojo había tomado un trabajo de medio tiempo ya que deseaba vivir por su cuenta al comenzar su vida de universitario.

Trabajaba en una tienda de ropa de lujo, se encargaba de estar en la caja para cobrar y aún no podía creer que esos trajes fueran tan costosos. No podía imaginarse costeando uno de ellos.
Ignorando sus pensamientos se concentró en su trabajo ya que escuchó como un cliente entraba, fue hacía él para darle la bienvenida pero su voz no salió al verlo.

Alto, esbelto, con un porte seguro e imponente, a simple vista se veía que era una persona de estatus pero lo que más llamó su atención fueron sus ojos y aquel aroma a glicinas. Este parecía ver un traje en específico por lo que no se percato de cómo el Kamado lo analizaba de pies a cabeza hasta que algo en su mente le recordó que estaba en hora de trabajo.

Di-Disculpe...¿qué está buscando? —preguntó tímido.

Quiero probarme este.dijo por fin volteando.

Era el omega más hermoso que había visto en mucho tiempo, su cabello bordo al igual que sus ojos, se veía tan tímido e inocente. Tan apetecible. Sonrió de lado ante sus pensamientos, por fin tenía un nuevo objetivo para divertirse.

Cla-Claro, venga conmigo por favor.

¿Eres nuevo? nunca te había visto.

Si...estoy aquí desde la semana pasada.contestó nervioso.

Es gratificante tener a jóvenes en lugares tan aburridos como estos, más un lindo omega como tú.

—Gra-Gracias... —estaba sonrojado de pena, nunca le habían alagado y mucho menos un hombre tan atractivo.

Kibutsuji Muzan ¿y tú eres?

Kamado Tanjiro... —murmuró.

Un gusto conocerte Tanjiro-kun.le sorprendió que lo llamara por su nombre de pila pero por alguna razón le gustaba.

Luego de entregarle la prenda el azabache fue a uno de los vestidores y la probó. Fue así que estuvieron por dos horas, el Kamado sonriendo y riendo ante las ocurrencias del mayor, sintiendo confianza poco a poco pero no olvidando su posición de empelado-cliente y mucho menos de alfa-omega.

ꨄ︎𝓕𝓲𝔁 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽 ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora