𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼

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Las cosas parecían haberse calmado, Muzan no volvió a aparecer o al menos por el momento. Tanjiro comprendió que su mejor manera de estar bien consigo mismo era ir a terapia, porque a pesar de él creer que el dolor sería menor con el tiempo eso nunca pasó.

Si quieres estar bien con los demás lo importante es estar bien con uno mismo.

Y efectivamente estaba funcionando, no solo su relación con su pequeño había mejorado considerablemente sino que su relación con él mismo.
Por otro lado su trabajo seguía siendo tan placentero como siempre lo fue, amaba la medicina pero más amaba cuidar de los alumnos de aquella preparatoria.

Su relación con Rengoku iba poco a poco, ya eran dos meses en que él rubio lo cortejaba pero creían que aún no era el momento para formalizar nada. Iban a su tiempo y ritmo, y Tanjiro agradecía eso pero lo más importante era que Kyojuro se llevaba de maravilla con su hijo, jugaban, platicaban, incluso ideaban travesuras juntos.

—¿Hoy viene Kyojuro-kun verdad papi?

—Si amor, vamos a cenar todos juntos.

—¿Y vendrá a mi cumpleaños?

—Que tal si hoy lo invitas.

—¡Si!

Su pequeño Shuichi ya cumpliría 7 años, el tiempo pasaba volando verdaderamente y sentía que se le escapaba de las manos. No estaba listo para verlo crecer tan rápido.

Luego del incidente con Muzan, y una semana de descanso, Tanjiro y su hijo volvieron a su departamento. Había días donde Rengoku u otros de sus amigos o familia se quedaban por algunas horas junto a ellos hasta que el miedo pasara y ahora ya podían estar totalmente tranquilos pero con la guardia atenta.

Al dejar a su hijo en la escuela se encaminó a la preparatoria, tal vez era paranoico pero sentía una presencia cerca que no lo dejaba tranquilo por lo que apresuró el paso.
Ya en su lugar seguro, aquella escuela que se volvió tan importante, para su sorpresa en la puerta lo esperaban ese par de hermanos Tokito que se habían vuelto sus guardianes.

—Buenos días Tanjiro-san. —saludó Yuichiro.

—¡Buenos días Tanjiro!

—Oye es un mayor no puedes ser tan familiar.

—Tranquilo está bien —sonrió enternecido—. Buenos días a ustedes también Yui-chan y Mui-chan.

Ambos acompañaron al mayor hasta la enfermería, en el medio saludó a muchos alumnos que ya lo conocían, hasta que prácticamente obligó a los hermanos a irse a sus clases. Efectivamente todo estaba muy tranquilo.

—¡Buenos días Tanjiro! —el omega saltó en su lugar del susto—. Lo lamento ¿te espante?

—Nada de eso Kyojuro-san, buenos días.

—¿Llegaste bien, no tuviste problemas en el camino verdad?

—Para nada todo estuvo bien. —sonrió.

—Que bueno —suspiró— Respecto a hoy-

—Oh si Shui quiere decirle algo ¿la cena sigue en pie verdad?

—¡Claro! pero ¿debo preocuparme de esa pregunta?

—No estoy seguro que le gustará. —rió tan solo imaginar la gran sonrisa del mayor.

—Bien...estaré con la duda el resto del día entonces, nos vemos en el almuerzo Tanjiro. —el rubio hizo algunos pasos para besar el cabello del más bajo.

—Adiós... —dijo rojo en sus mejillas.

Algunos minutos pasaron hasta que otra vez alguien tocó la puerta siendo aquella omega alegre y de cabello llamativo quien venía con una enorme sonrisa y su aroma revoloteaba por todo el lugar.

ꨄ︎𝓕𝓲𝔁 𝓶𝔂 𝓱𝓮𝓪𝓻𝓽 ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora