Ya han pasado los dos días.
Hoy es el cumpleaños de Bastian.
Hoy viene Lucifer a casa de nuevo.
No lo he vuelto a ver desde aquel día en la biblioteca.
Tampoco he cambiado de opinión respecto al intercambio con mi hermano. Así que había preparado mi maleta con mis cosas. No se que se necesita en el inframundo. Si mi ropa será adecuada, pero me la tengo que llevar por si acaso.
No quiero llevarme muchos recuerdos. Ya que no quiero pensar en este mundo demasiado. No quiero entristecerme más de lo que ya estaré de por sí.Estaba muy nerviosa y Bastian también. Hablamos de todos los recuerdos vividos juntos cuando éramos pequeños. De lo felices que éramos. Hablamos del futuro, bueno del suyo, ya que el mío no estaba del todo claro.
Le hice prometerme que pase lo que pasase, el lucharía hasta el final, consiguiendo poco a poco todas sus metas. No tenía la certeza de que fuera a recordar mis palabras en algún momento. Pero por si acaso lo hacía, aunque fuese con el recuerdo de otra persona, tenía que dejarle algún consejo.Sentí una punzada en mi corazón. Me lleve la mano al pecho y fui al baño. Necesitaba refrescarme, calmar un poco mi nerviosismo. No quería que el me viese asi. Quería que me viese segura de mi misma. No quería mostrarle debilidad o podría hacerme daño con ella.
Un frío helador, entró por debajo de la puerta. Estaba allí. Era el momento.
Salí de allí. Bastian estaba de pie, hablando con el. Me acerqué a ellos hasta ponerme en frente de el. Su rostro enfureció cuando me vio.
- ¿Que haces aquí? No es asunto tuyo Dulce.
- Si, de hecho si lo es. Voy yo en su lugar.
- No puedes hacer eso, sabes las consecuencias. Y ninguno de los dos quiere que ocurra eso.
- Lo sé y las acepto. Aceptaré todo con tal de salvar la vida de mi hermano.
- Eres una inconsciente Dulce... No sabes lo que estás haciendo.
- Si se lo que estoy haciendo Lucifer. - Me acerqué a él, hasta tener mi cara frente a la suya. - Voy a cambiarme por mi hermano, me iré contigo a tu mierda de mundo y me casare contigo obligada por una estúpida tradición vuestra.
- No quiero que vengas.
- Eso no es decisión tuya. Lo sabes muy bien. Es mía y solo mia. Lo pone en los libros.
- Hay una manera de librarme de esa decisión - sus ojos se tornaron rojos como el fuego. Se iba acercando más y más a mí. Choque mi espalda contra la pared de la habitación. Su cuerpo estaba pegado al mío. Podía sentir su respiración, el movimiento de su pecho contra el mío. Levantó su puño dando un fuerte golpe en la pared. Había abollado el duro cemento dejando la forma de su puño sobre el. Me quedé bloqueada. - Pero no lo voy hacer. No puedo hacerlo. No contigo. No me lo perdonaría.
***
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Narra Lucifer
_______________No podía hacérselo a ella. Claro que había una manera de omitir aquella estúpida regla. Era la muerte. Si ella moría, no habría nadie que quisiera ocupar el lugar de Bastian. Pero no podía matarla. Mi cuerpo me lo impedía.
Tenía que rendirme, está mujer no lo iba hacer nunca. La última esperanza de encontrar a aquella mujer se desvanecía por momentos. Ya daría igual quien fuera. Ni siquiera quería conocer su rostro.
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Enamorada del inframundo
RomanceDulce es una joven que vive con sus padres. Esta en su último año de universidad y por fin terminaría su carrera de derecho. A pesar del poder adquisitivo que tiene su familia es una chica poco popular. No tiene muchos amigos y la mayoría se burlan...