Dulce es una joven que vive con sus padres. Esta en su último año de universidad y por fin terminaría su carrera de derecho. A pesar del poder adquisitivo que tiene su familia es una chica poco popular. No tiene muchos amigos y la mayoría se burlan...
Alguien se acercó por detrás de mi. Escuché sus pasos cada vez más cerca. Estaba a pocos centímetros. Me imaginé que era Lucifer, así que no quería girarme para hablar con el.
- Necesito estar sola, déjame por favor.
- Perdona, no quería molestarte. - Esa voz no era de Lucifer. Era Adriano. Había salido a buscarme. No sé para qué.
- Discúlpame Señor Adriano, no sabía que era usted. Pensaba que era...
- ¿Lucifer? No mujer. - me sonrió - Y deja de llamarme de usted. Puedes llamarme Adriano simplemente.
- Gracias Adriano.
- ¿Porque estas aquí sola? ¿Que ocurre? ¿Estás bien? - se apoyó en la barandilla a mi lado.
- Necesitaba aire, quería pensar un poco.
- ¿Pensar en tu futuro marido?
- Más o menos...
- ¿No te parece bien la idea de casarte?
- Si... - hice una pausa - Bueno no se, esta siendo todo muy rápido.
- Lo se, pero no hay otra opción. Estáis obligados a hacerlo. Aunque no te preocupes, ese matrimonio no durará mucho.
- ¿Por qué no durará? ¿Acaso el diablo puede divorciarse de su mujer?
- No, pero no durará mucho. No seré yo quien te diga el por qué. - Sus palabras crearon dudas en mi cabeza.
- Dulce. ¿Estás bien? - Lucifer nos interrumpió.
- Si, necesitaba aire. - Adriano se fue hacia dentro. - Entremos dentro hace frío.
Entramos los tres dentro. Habían recogido toda la mesa y sacado postres con una pinta realmente deliciosa. Me habían traído un pastel de chocolate, relleno de chocolate caliente cubierto de sirope. Si, me encantaba el chocolate así que el cocinero había acertado con su propuesta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lucifer no me quitaba la vista de encima. No quería mirarle, aunque mi cuerpo me lo pedía a gritos.
- ¿Te gusta el postre Dulce? - preguntó Adriano.
- Si, está exquisito. Todo ha sido perfecto, muchas gracias por la invitación.
- Gracias a ti por venir, así te hemos podido conocer. - dijo el señor Volga.
- Me alegro señor.
***
_______________ Narra Lucifer _______________
No podía quitarle la vista de encima. Tenía ganas de terminar la cena y llevármela de aquí. No quería estar con nadie, quería estar a solas con ella. Hablar las cosas. Que me explicase porque estaba triste. Necesitaba saberlo, era una pregunta que me corrompía por dentro. No quería hacerle daño, pero necesitaba saber mi error para no volverlo a cometer.
