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Narra Lucifer
_______________Camino hacia mi. Sonriente. Esta claro, no sabe nada de lo que va a pasar. Ni ahora, ni después, ya que si no vendría hecha una furia gritándome. La conozco demasiado.
Llegó a mi lado. Ojalá ese momento fuera eterno. Daría todo lo que tengo por permanecer en este instante el resto de mi vida.
- Estás preciosa Dulce.
- Tu tampoco estás nada mal, Lucifer. - sonrió y hasta incluso se sonrojó.
Le ofrecí mi mano, mientras nos dimos media vuelta hacia el hombre que iba a oficiar nuestra boda. Era uno de los sabios del consejo. Por ley el demonio más antiguo oficialía la ceremonia.
Todos guardaron silencio, mientras el sacaba un libro muy antiguo.- "Fratres carissimi. Nos hic simul adéstis, hac nocte." - comenzó.
- Para unir en matrimonio a nuestro venerado Lucifer y a nuestra futura reina Dulce. ¿Están todos de acuerdo en esta unión?
Nadie dijo nada, ni siquiera Adriano que había asistido también a la ceremonia.
- Perfecto. ¿Dulce, prometes estar en la salud y en la enfermedad, en la paz y en la guerra, en el poder y en la pobreza, amar, cuidar y respetar siempre a Lucifer?
- Si, quiero. - Lo había dicho tan segura. Ni siquiera pensó un solo segundo.
- ¿Y tu Lucifer? ¿Prometes estar en la salud y en la enfermedad, en la paz y en la guerra, en el poder y en la pobreza, amar, cuidar y respetar siempre a Dulce?
- Si, quiero. - ¿Como no iba a querer? Si era lo único que quería en esta vida.
- Con el poder que me otorga el libro sagrado de este nuestro inframundo. Yo os otorgó el privilegio de terminar con dicha ceremonia realizando el ritual de ceremonias.
La cara de Dulce cambió por completo. Su mirada de asombro lo decía todo. Mierda, se me olvidó decírselo antes de la boda. Con tanto revuelo entre Adriano, la maldición y todo no se lo dije. Y por su cara creo que ninguno le hemos avisado.
El anciano se dio media vuelta, para coger los instrumentos. Dulce estaba muy nerviosa. Temblaba y sujete una mano suya para tranquilizarla.
- Dulce, tranquila será solo un momento.
- ¿Que va hacer? No quiero sacrificar a nadie...
- ¿Quién te ha dicho que sacrifiquemos a nadie?
- No lo sé, en todos los rituales demoníacos se hace eso ¿no?
- No, no es nada de eso - Reí y eso la tranquilizó, dejo de temblar. - Es un ritual en el que nuestras sangres tienen que unirse para hacer de nuestras vidas solo una.
- Vale está bien... ¿Sólo eso?
- No del todo... Tengo que morderte.
- ¿¡Que!? ¿¡Porque!?
- No grites por favor... - dije tapándole la boca - ¿Como pretendes vivir toda una vida aquí abajo siendo mortal?
- Pues normal, hasta mis 80 o 90 años y luego viejita morirme tranquila. ¿Que quieres que este llevando el inframundo por el resto de mi vida inmortal?
- Si, son las normas. Tienes que ser inmortal. Y para ello solo hay una manera que es convirtiéndote.
- Lucifer yo... No sé si estoy preparada para hacer todo esto sin ti. No me dejes sola por favor.
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Enamorada del inframundo
RomanceDulce es una joven que vive con sus padres. Esta en su último año de universidad y por fin terminaría su carrera de derecho. A pesar del poder adquisitivo que tiene su familia es una chica poco popular. No tiene muchos amigos y la mayoría se burlan...