Mi destino eres tu #01

SORPRESAS

Domingo 18 de agosto

Nos despedimos en el hotel.

Nos despedimos de la familia de Trevor.

Y embarcamos en su jet rumbo a Madrid.

Estuvimos en silencio mucho tiempo, abrazados en el avión.

Me invadía una pena tremenda. Le amaba tanto que comencé a llorar y aquello

se convirtió en un reguero del que no podía escapar. Trevor dejó escapar unas

lágrimas que me conmovieron.

_No te pienso dejar escapar Alice, me has entendido.

Esto es un paréntesis que hay que sobrellevar. Tienes que ser fuerte por ti y por

tus hijos. Imagino que tu ex ahora querrá hacer una intentona contigo y lo hará

a través de tus hijos. Habla con ellos y explícales lo que puede ocurrir.

Están acondicionando mi casa, que por cierto, está justo en frente de la tuya, al

otro lado de la calle. Les pedí que me la buscaran lo mas cerca de la tuya. Será

vuestro hogar si en un futuro queréis que vivamos todos juntos como una gran

familia.

Hay que seguir las directrices de la profecía, recuerdas?

Me hizo reír. Solo son doce días y volveremos a estar juntos.

_Se fuerte amor y yo lo seré por ti.

Tienes mi skype, quiero hablar contigo todas las noches y todas las mañanas, de

acuerdo. No podría vivir sin hacerlo.

Te quiero Alice. Nunca lo olvides.

_Te quiero Trevor y te esperaré.

Nos despedimos en la terminal y regresó a Escocia.

Chus y mis hijos vinieron a recogernos.

Nos abrazamos y volvieron las lágrimas a mis ojos.

Isa, se despidió de nosotros, había quedado con Carlo, me pidió que la

mantuviera al tanto de todo. DE TODO!

Y por fin llegamos a casa.

Les hablé de mi viaje, de los sitios que vimos, de las gentes maravillosas que

habitan aquella región tan inhóspita.

Quise contarles más pero necesitaba saber lo que mis hijos habían hecho en mi

ausencia y a Rodrigo se le escapó algo…

_Robert tiene novia mamá. Y se puso inmediatamente detrás de mi.

_¡Rodrigo!, le dijo Robert, te dije que eso se lo contaría yo a mama, no creo que

sea el momento.

_No cariño, está bien. Y me alegro, es normal. Les dije

No te enfades con tu hermano, aún es joven y esto no lo entiende.

Por cierto, tenemos que hablar de algo importante. Me llamó vuestra tía Matilde

a mi móvil, imagino que alguien se lo daría y me contó algo que deberíais saber.

Vuestro padre ha perdido a su bebé. No me alegro, porque los niños no tienen

culpa de los pecados de los padres, el tema es que Olimpia, al ver que no tenía