No me importaba el guantazo, era uno más, pero ya sabía lo que pensaba de él
y como me sentía.
Estaba despierta, los nervios no me dejaban en paz y de repente vi una luz azul
resplandecer en la oscuridad. La seguí con la vista y fui hacia ella, era el móvil
de Jaime…su móvil!!! Dios mío y estaba esa luz activa, tenía que esconderlo
inmediatamente antes de que subiera. Me fui hacia el baño y lo escondí detrás
del bidet, allí no lo encontraría. Fue salir del baño meterme en la cama y entrar
él en la habitación. Casi me muero del susto.
_Levanta, me dijo.
Salí con mucha calma, aún tenía frío, tenía mis manos y mis pies helados. Mis
pezones estaban súper duros y él se fijó en ellos, no me quitaba la vista de
encima. De verdad que no lo entendía, mi cuerpo estaba hinchado por el
embarazo, yo no me veía sexy y yo para él era como una top.model. Me deseaba
con solo mirarme, es que lo sabía, podía sentir su lujuria. Si hubiera querido me
hubiera violado en ese instante. No se como se pudo contener.
Bajé a cenar con él, teníamos preparado una sopa de verduras bien calentita que
me vino muy bien y pescado al horno. Bebí algo de vino y cuando terminé me
sirvió un vaso de lecho caliente. La cocina estaba caldeada lo que supuso un
alivio para mí. De repente se levanta, le veo buscar por todos los sitios, yo ni le
miro y sigo cenando, se oyen golpes, creo que está buscando el móvil, se me
queda mirando pero creo que no quiere preguntarme por él, así que sigue
buscando. Está muy nervioso, no lo ha encontrado. Si la luz estaba encendida es
que alguien había entrado en la casa por algún sitio y él no lo sabía.
Ya he terminado de cenar, me levanto y me dirijo a la habitación, cuando voy a
subir las escaleras me dice que vaya al salón, vamos a ver la tele.
_¿Ya me has drogado otra vez? Le pregunto haciendo una mueca.
Sin girarme si quiera, me siento en el sofá y me hago un ovillo.
Sigue nervioso y no me responde.
Apaga la luz, enciende la televisión y pone una película. Al cabo de un rato me
mira, prácticamente no se me ve nada, tengo montadas las piernas y cruzados
los brazos.
Veo que se me acerca y me descruza los brazos, me mira los pezones que los
tengo enormes y me los toca con sus dedos, me los pone duros y eso sabe que
me excita, pero no quiero dar evidencias de ello. Le dejé muy claro que no le
deseaba. Acercó su boca a mi pezón y empezó a mamarlo y a tocarme el otro
con su mano, miré al techo, no quería sentir nada y si lo hacía sería pensando en
Trevor.
No paraba de succionar, mamar, chupar…estaba acalorada y sentí su dedo
dentro de mi. Di un respingo al notarle dentro y se paró.
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Mi destino eres tu #01
RomanceAlicia es una mujer de nuestro tiempo. Madre, esposa y profesora de universidad. Tiene un marido con el que después de mas de veinte años mantiene una relación cordial lejos de aquellos años locos en los que se prometían amor eterno, dos hijos que l...