Los días fueron pasando. Hablaba todos los días con Trevor. Me dijo que me
tenía varias sorpresas.
Estaba deseando conocer a mis dos joyas.
Le expliqué mi conversación con Jaime. No le gustó nada el como me trató y se
asustó un poco. Me dijo que le gustaría hablar con él para aclarar algunos
detalles.
Mis hijos también querían saber de Trevor, yo no paraba de hablar de él, de su
madre, de sus tíos, de Escocia.
Ellos también serían mi familia y eran encantadores. No querían hablar con él,
querían esperar y verle. La primera impresión cuenta mucho. Y los
impresionaría.
Mañana era día 30 y mis nervios estaban a flor de piel.
No quiso decirme a que hora llegaría, así que estaba taquicardica.
Me levanté temprano y Chus se presentó con su madre a eso de las doce. Isa y
Carlo, de los que sabía que estaban tramando algo, lo harían por la tarde y de
Trevor a eso de las dos aún no sabía nada. Estaba más nerviosa por mis hijos
que por mí.
Quería su aprobación, la necesitaba.
Llegó Isa a eso de las cuatro, sola, la pregunté por Carlo, me dijo que tenía
trabajo de última hora.
Estábamos todos en el jardín. Todo preparado para recibir a Trevor. Le mandé
mil Whats a su teléfono, le tenía apagado, sería por el tema del avión. No se si
vendría en el suyo o uno comercial. Y a las cinco, a la hora del te, llamaron a la
puerta, casi me da un infarto. Mis hijos se levantaron y fueron a la puerta.
De repente, silencio. Isa, Chus y su madre me miraron. Me puse de pie y entré
en el salón.
Me quedé en plano. Mis piernas temblaban como si fueran de mantequilla. No
podía creer lo que mis ojos veían.
Trevor, su madre y sus tíos estaban saludando a mis hijos. Carlo fue quien los
trajo. Le miré y le tiré un beso. Y él con sus labios me dijo Felicidades.
Me abracé a Trevor, no queríamos quitarnos la vista de encima. Empecé a
sonreír y en tono muy bajito me dijo Congratulations my love. I´ve been Messing
you.
Me puse como un tomate. Pero nos dimos un beso allí, delante de todos y
pudieron ver nuestro gran amor.
Abracé a su madre y la di la bienvenida, y a sus tíos también.
Trevor era tan alto como Roberto, aquello me gustaba, mientras yo me
encargaba de su familia, ellos se quedaron hablando en el salón. Los tres. Los
miré y aquello me llenó de felicidad. Parecían estar a gusto.
Los esperamos sentados tomando todo el refrigerio que les habíamos
preparado. Hacia calor todavía en Madrid pero en mi casa se estaba de
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Mi destino eres tu #01
RomanceAlicia es una mujer de nuestro tiempo. Madre, esposa y profesora de universidad. Tiene un marido con el que después de mas de veinte años mantiene una relación cordial lejos de aquellos años locos en los que se prometían amor eterno, dos hijos que l...