Génesis | Capítulo: Propuestas
10 DE JUNIO, 2020
–Gol –suelta Enzo con tranquilidad y deja salir una risa unos segundos después ante mi estupefacción.– Gané –agrega con una sonrisa arrogante plantada en sus labios.
–Hiciste trampa –le recrimino, cruzándome de brazos cual nena caprichosa y quitando mis piernas de encima de las suyas.
Se ríe más fuerte y vuelve a tirar de mi cuerpo hasta que quede nuevamente cerca suyo y obligarme a apoyarme contra éste.– Sos muy mala perdedora –señala.
–Si claro, vos porque vivís jugando a la play, tramposo. Yo apenas es la cuarta vez que juego en mi vida –contesto, alzando mi cabeza de su hombro para mirarlo directamente a la cara.
Ahora que Milagros se había mudado definitivamente, me sentía bastante sola en el departamento, así que aprovecho cada momento que tengo para estar con él.
Finalmente terminé ayer los trabajos que tenía para la facultad y Enzo no tenía ningún partido por jugar estos días, ni esta era su semana con sus hijos, así que teníamos tiempo ilimitado para pasarlo juntos.
Él no tuvo entrenamiento durante la mañana y aprovechamos eso para desayunar juntos y de paso también almorzar cuando la hora llegó. Después de haber levantado la mesa y ordenado lo que usamos, nos tiramos en el sillón a mirar alguna película pero terminamos jugando un partido de fútbol en la play.
Partido el cual después se convirtió en partidos, en plural, de los cuales no gané ni uno y él se encargó de recordarmelo en cada nueva partida.
Realmente no deja de asombrarme cuan lejos está el Enzo que conocí al Enzo que tengo junto a mi en estos momentos; y no me quejo, prefiero a éste, gracioso y cariñoso, antes que al que ponía una pared entre los dos.
Me sonríe una vez más e inclina su cabeza hasta que nuestros labios quedan a pocos centímetros de distancia y murmura: –Perdedora.
Cierra el espacio entre nuestras bocas antes de que pueda defenderme y en vano protesto, ya que termino cediendo ante él. Sonrío contra sus labios y tengo la intención de acomodarme mejor para sentarme directamente sobre él pero cualquier movimiento queda descartado en cuanto el sonido de una llamada entrante en mi celular nos interrumpe.
Suelto un quejido al mismo tiempo que dejo mi lugar para levantarme y agarrar el teléfono que dejé abandonado sobre la mesa en cuanto entré al departamento de Enzo.
Me incomodo al leer el nombre de mi mamá en la pantalla y desvío unos segundos la mirada a Enzo, quien por suerte, tiene la atención en la pantalla del televisor. Me paso la mano por la frente, dudando sobre si debería atender ahora o llamarla más tarde.
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Odisea | Enzo Pérez
FanfictionYo no tengo la culpa de que me gustes, la culpa es tuya por tener todo lo que me encanta.