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27 DE DICIEMBRE, 2020
Génesis | Capítulo: La culpa
Enzo❤ Perdón amor tenes razón. Fueron celos del momento, perdón. Te amo, no quiero que estemos mal. Pasala lindo y avisame cuando llegues, no vuelvas sola por favor😘
Releo una y otra vez el mensaje, sintiendo las lágrimas caer constantemente una tras otra por mi cara. Lloro de frustración, de bronca y sobre todo por vergüenza. Vergüenza por algo que no pedí, que no quería pero que aún así pasó y que no pude evitar.
Y ni siquiera me siento mal por mí, sino al contrario, me siento mal únicamente por Enzo. Es tan bueno como hasta para pedirme perdón sin haber tenido la culpa de nada y yo no tengo la cara siquiera para responder a sus mensajes.
Pero no se cómo, no se que decir ni que hacer. Por como terminaron las cosas anoche no quiero que lo sucedido posteriormente termine por arruinar las cosas entre los dos, estando además tan lejos.
Mentirle definitivamente no está entre las opciones. Algo así no puedo ni quiero ocultarle, no se lo merece para nada.
Pero tengo que admitir que me asusta, me aterra pensar en su reacción y en lo que puede llegar a asumir, aún así cuando alejé a Matías de mi lo más rápido y lejos que pude, impactando por impulso mi mano contra su cara automáticamente.
Ni siquiera lo escuché cuando intentó disculparse y empezó a hablar sin sentido. Un insulto fue lo único y último que escuchó de mi parte antes de que le cerrara la puerta en la cara.
El cuerpo me temblaba de los nervios. Apenas me cambié sin siquiera preocuparme en desmaquillarme y me acosté al lado de Micaela. Pero no pude pegar un ojo en toda la noche.
Enzo me daba vueltas y vueltas por la cabeza. Quería llamarlo, necesitaba hablar y aclararlo todo lo más rápido posible, pero eran las cuatro y cuarto de la mañana, un horario nada conveniente.
Así que esperé, estuve despierta hasta que salió el sol y escuché a mi mamá levantarse, hasta que Micaela estuvo en sus cinco sentidos otra vez y hasta que India me lloró para salir al jardín.
Me volví un mar de lágrimas en cuanto puse un pie en la cocina. Micaela quería matar a Matías mientras mi mamá intentaba convencerme de que estaba bien, que Enzo iba a entender que no había sido mi intención ni mi culpa lo que había pasado.
Intenté convencerme de eso y de darle la razón. No pude.
Si Enzo, estando a kilómetros de distancia y apenas por unas simples historias de Instagram pudo darse cuenta ¿como yo teniendo a Matías al lado pude haber sido tan ignorante de sus intenciones?
Me odié.
Apenas pude probar un bocado de comida y en cuanto estuve sola otra vez no encontré nada mejor que hacer que acostarme y seguir torturándome con lo mismo una y otra vez.
