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14 DE FEBRERO, 2021
Génesis | Capítulo: ¿Superar y perdonar?
PARTE DOS
Termino de arreglarme justo exactamente cinco minutos antes de que el mensaje de Enzo avisando que está a pocas cuadras me llega, por lo que me apuro en terminar de preparar la cartera chiquita que elegí y de guardar únicamente lo necesario en ésta.
Me sorprendo un poco de lo rápido que hizo, siendo que el partido terminó cerca de pasadas las siete y recién siete y media él me avisó que estaba entrando al vestuario apenas.
Lo que significa qué no soy la única ansiosa por ésta noche al parecer.
Para mi suerte, India duerme plácidamente sobre mi cama la última vez que la miro, dejándome con la tranquilidad de que va a seguir así al menos por un par de horas más o hasta que se percate de mi ausencia. Por lo que salgo de mi departamento intentando hacer el menor ruido posible, cerrando lo más despacio y cuidadosamente que puedo la puerta.
El ascensor tarda más en llegar a mi piso de lo que realmente tardo yo en bajar, por lo que en cuanto pongo un píe fuera de éste en el hall del edificio puedo divisar la camioneta de Enzo ya estacionada en la entrada con él adentro.
Saludo al portero al salir agradeciéndole de paso por abrirme la puerta antes de ubicar nuevamente mi completa atención sobre Enzo, a quién no logro ver con total claridad todavía s través del polarizado de las ventanillas.
No dudo en abrir la puerta del acompañante y subir, siendo recibida por el tan familiar aroma del perfume que usa que tanto me gusta.
–Perdón, ¿te hice esperar mucho? –le pregunto mientras me acomodo mejor sobre el asiento, dejando mi cartera en la parte de atrás para ponerme con mayor facilidad el cinturón.
Niega únicamente con un movimiento de cabeza mientras que sus ojos siguen cada movimiento que hago hasta subir nuevamente a mi cara y quedarse ahí.
–Estas muy linda –suelta de golpe, tomándome por sorpresa.
Son cosas como el beso en la frente de ayer y ahora éste comentario de su parte lo que hace que mi cabeza y mi corazón se confundan al no poder terminar de entenderlo.
¿Que significan? ¿Tengo que tomarlos como alguna especie de indirecta de que estamos bien? ¿Ya me perdonó?
Todas preguntas sin respuesta hasta el momento.
Me permito el observarlo a él también, fijándome hasta el más mínimo detalle de lo que usa, desde sus zapatillas hasta la bermuda negra que eligió y la camisa blanca con pintitas negras a juego.
–Me haces competencia vos también eh –elijo decir, cortando un poco con la tensión que sentía en mi cuerpo desde ayer.
Una simple sonrisa ladeada pero notablemente sincera es su respuesta y en ese momento lo único que quiero hacer es terminar con la distancia que nos separa estirándome por encima de los cambios y besarlo.
