Corbata

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-No puedo creerlo- Dijo para si misma mientras preparaba algo de desayunar. -Sans es un idiota, Gaster un idiota pervertido- Bebió de la malteada que había comprado de camino a casa.

___ estaba en su cocina, esperando que el pan que estaba tostándose saliera de la tostadora. En el trayecto de casa de Sans a la suya, un perro la asustó y la correteó, cuando logró librarse de ese perro, compró una malteada, la pidió de chocolate pero se la dieron de avena.

-Los Skeletons son unos idiotas- Susurró y bebió el resto de la malteada. Finalmente el pan salió, untó mantequilla y crema de maní (crema de cacahuate). Comió tranquilamente sin rechistar. Tenía tiempo de sobra, Gaster los despertó muy temprano.

>>No se que haré durante una hora.

Comió con tranquilidad y preparó todo para ir a clases, pero aun faltaban 40 minutos para irse. Comenzó a dar vueltas en todo su departamento, el aburrimiento le estaba ganando.

-Mejor me voy ya- Y sin decir más, tomó sus cosas y se encaminó hacía la maravillosa institución en la que estudia.

Cada paso que ___ daba, recuerdos de la noche anterior venían a su mente, el sonrojo era evidente.

-Estúpido Sans- Dijo en susurro.

Los minutos pasaban, el trayecto fue corto a comparación de veces pasadas, incluso ___ pensó que era algo extraño. Al llegar a la institución, entró sin problema alguno, ya que, esta se encontraba abierta ya, pues el director ya había llegado en ese momento. La joven caminó hacia su aula, pero por curiosidad de saber que tan vacío se encontraba ese lugar se desvió.

En su pequeño recorrido, encontró las aulas completamente vacías, como era de esperarse, ni un alma había llegado aún. La joven comenzaba a sentir sorpresa al ver lo vacío que se encontraba aquel lugar... Tan vacío que comenzaba a ser terrorífico.

-No quiero imaginar como sería pasar una noche aquí... Que miedo- dijo para si misma.

Siguió su camino, pero todo lo que encontraba eran aulas vacías. Llegó a un punto de encontrar su recorrido aburrido, así que decidió ir directo a su aula.

-Bien... ya no es interesante esto- dijo para si misma, y comenzó a caminar hacia su aula.

Durante su trayecto, todo lo es escuchaba era el cantar de las aves, las cuales se alegraban por el brillante día que comenzaba. Su concentración solo se dirija al cantar de las aves y a seguir su camino, nada podría distraerla... O al menos eso esperaba.

-Hey, ahora qué recuerdo. Ya no he visto que uses la corbata que te regalé, creí que era muy especial para ti- Se escuchó una voz proveniente de un aula.

___ reconoció esa voz, esa voz y esa frase la cual hizo que se detuviera en seco, el cantar de las aves dejaron de escucharse, la chica dirigió su atención a esa charla.

-Sansy, sabes que amo esa corbata, es uno de mis más preciados tesoros, mis otros preciados tesoros son tú y tu hermano- Dijo una voz acompañante del peliblanco. De nuevo, la joven sabía perfectamente quien era el propietario de esa voz.

--Quien diría que Gaster sería un padre tan empalagoso... Espera, a caso dijo... ¿Corbata?-- pensó la joven, recuerdos de su segundo encuentro con Gaster vinieron a su mente, fragmentos de recuerdos de Sans preguntando por esa corbata también invadieron su mente. --Recuerdo que Sans me la quitó... Y después se fue sin decir nada...-- Recordó que no había obtenido respuesta alguna sobre ese evento.

-Eso lo se, pero ya no la he visto, no es que me preocupe, son tus cosas y puedes hacer lo que quieras con ellas, pero fue un regalo de mi para ti-

-Solo... no la encuentro, quizá la dejé en mi oficina aquí en casa, recuerda que esta mañana no encontraba mis lentes, puede que con mi preciada corbata sea lo mismo- Contestó el mayor.

--Miente... Sabe perfectamente que yo me lleve su corbata-- pensó la joven.

-Welp, te creeré- contestó Sans y bostezó ruidosamente. -Creo que es muy temprano para estar aquí... Además, ¡no doy clase esta la ercer hora! Pude dormir un poco más- Dijo Sans con un tono burlón.

-Sabes muy bien que no me gusta que duermas demasiado, es malo para tu organismo- Contestó el mayor- Bien, ya es hora, debo ir a mi oficina. No hagas alguna estupidez, Sans- Sin decir más, el mayor se dirigió hacia la salida del aula. ___ se llenó de nervios, y rápidamente se ocultó detrás de una lámpara de forma extraña que convenientemente se encontraba ahí. Gaster no tardó en salir, al cerrar la puerta detrás de él, miró extrañado la lámpara, pero no le tomó importancia y se fue.

-Eso estuvo cerca- dijo ___ en un susurro, al salir de su escondite suspiró pesadamente.

-Es de muy mala educación escuchar conversaciones ajenas ¿Sabes?- Una voz se escuchó detrás de ella.
La joven dio un pequeño salto al escuchar aquello, y volteó hacia atrás para encontrarse a Sans.

-Solo eres tú... Que alivio- ___ sonrió, pero Sans tenia un rostro serio, su carismática sonrisa no se encontraba en donde siempre. -No vi que salieras jeje- La joven se acercó al de sudadera azul.

-Realmente tuviste suerte, a Gaster le molesta mucho ese tipo de comportamiento-- Sans miró hacia el pasillo por donde Gaster se había ido- ¿Qué haces tan temprano aquí? aun falta para que tus clases inicien.

-Pues... Como me desperté muy temprano el día de hoy quise aprovechar e iniciar a hacer cosas muy productivas desde temprano- La voz de ___ mostraba sarcasmo.

-El de los chistes malos aquí soy yo, heh heh heh- El peliblanco volvió a sonreír de nuevo.

-OK OK, ya no pude dormir, me aburrí de esperar en mi casa y decidí venir temprano-

-Welp, lo mejor será que te prepares para tus clases, así que ve a tu aula, yo tengo cosas que hacer- San dio media vuelta y empezó a caminar.

-¿Iras a tu escondite en la biblioteca para dormir?- ___ dio justo en el blanco. Sans sonrió.

-Es probable- y sin decir más, desapareció en un resplandor azul.

___ aun tenía dudas sobre esa habilidad que Sans poseía, al igual que la de Gaster, pero aun no era tiempo para preguntar con profundidad.









En aquel escondite en la biblioteca, Sans se encontraba sentado en su sofá, admirando la corbata que le había quitado aquel día a su pequeña alumna.

-Ambos mienten... Debo hacer algo al respecto- un intenso resplandor azul brillaba en los ojos de Sans.


Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora