Consejos

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Sentados, en una banca del parque, Papyrus esperaba pacientemente a que la joven con quien chocó minutos atrás se calmara un poco. Le pasaba pañuelos para que secara sus lágrimas y un chocolate que Flowey había agregado al carrito de compras.

-¿Ya te encuentras mejor?- Dijo el de cabello blanco, su tono de voz era más amable de lo normal. La joven solo asintió mientras le daba una mordida al chocolate. -Si necesitas hablar de algo, te escucharé. Por mi no hay problema.- Dijo sonriente.

-Gracias...- Suspiró aquella joven.

Permanecieron en silencio, ella comía el chocolate y Papyrus observaba a las personas que pasaban.

-Me llamo ___- Habló la joven al terminar el chocolate. 

-Mucho gusto, ___. Yo doy Papyrus- Contestó el peliblanco.

___ le sonrió gentilmente, algo en él le parecía familiar, muy familiar.

-Hace tiempo conocí a una persona- Comenzó a contar ___, Papyrus la escuchaba atentamente. -Nuestro encuentro no fue muy normal o cliché, en realidad, no tenía idea de que la primera vez que me topé con él fue no muy lejos de aquí, ¿Cómo pasó? choqué con él e incluso llegué a insultarlo. Pero la segunda vez que estuve a solas con él, nunca creí que un sentimiento surgiera... No me había dado cuenta de eso antes...- Permaneció en silencio por un momento, miraba al suelo, como si estuviera recordando algo. Papyrus no dijo nada, esperó a que siguiera hablando.

-Pero... Hoy, sentí como mi corazón se rompía en pedazos, no lo culpo, fue mi culpa por dejar que ese sentimiento creciera, fue mi culpa por salir a buscarlo... Es probable que él no sienta lo mismo por mi.- La voz de ___ comenzaba a quebrarse.

-Bueno... No tengo mucha experiencia en ese tema, pero ahora debes levantarte, demostrar que no necesitas a nadie más para ser feliz. Una vez escuché una frase que me sirvió mucho, fue en una de esas flores que hay en una cueva a las afueras de la ciudad, flores eco se llaman, en fin, la frase fue "Para amar a alguien más, debes amarte primero a ti mismo" y desde mi punto de vista, si te amas lo suficiente y eres feliz, lo demás no importa.- Papyrus sonreía, ___ lo miraba fijamente. -Y por lo sucedido hoy, debes darte cuenta que él no te merece, tú y tus sentimientos son demasiado para alguien como él. Es tonto decir "con el tiempo llegará alguien que que te aprecie" Cuando es probable que no pase, por eso debes tenerte a ti misma.- Papyrus le sonrió y dio un par de palmadas en la cabeza a ___.

Un tono interrumpió aquella escena, Papyrus sacó su celular en el cual se mostraba una llamada entrante.

-Vamos, te acompañaré a tu casa para que no te sientas sola- y Dicho esto contestó la llamada -¡Howdy!- respondió. ___ permaneció en silencio analizando las palabras que acababa de escuchar. -En un rato llego, acompañaré a una amiga a su casa, no tardaré. Nos vemos- y terminó la llamada.

Ambos se levantaron y comenzaron a caminar, no hablaron pero a pesar de eso, la energía que despedía Papyrus era suficiente para que ___ ya no estuviera triste.

Finalmente llegaron a la casa de ___, la joven no sabía que decir, Papyrus esperaba a que abriera la puerta para despedirse e irse a su casa.

-¿Gustas pasar a tomar algo?- Preguntó ___ mientras buscaba sus llaves.

-Gracias por tu hospitalidad pero ya debo ir a mi casa, debo preparar la cena de hoy y no me gustaría que no esté a tiempo.- Contestó el peliblanco.

-Oh, de acuerdo. Ya será para la próxima- ___ se sintió aliviada ya que no tenia nada que ofrecerle. -Gracias, tus palabras realmente me sirvieron mucho. Ya me siento mejor- ___ sonrió tiernamente.

Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora