En secreto

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___ estaba completamente acorralada, no tenía escapatoria alguna.

-Te fuiste, sin decirme nada, que grosera eres, ___ - se acercó al cuello de la joven y lo comenzó a besar, la piel de la joven se erizaba.

-Yo...- ___ intentó hablar pero un beso la calló por completo.

Las manos de aquel hombre acariciaban la figura de ___, quitando la sudadera azul y tirándola al suelo.

- Y te llevaste una de mis pertenencias, mi sudadera favorita, heh, eres un caso, niña- Sans volvió a besar el cuello de ___.

- ¿Cómo... Entraste? Creí que... No podías entrar... - la temperatura en el cuerpo de ____ aumentaba a causa de las caricias y besos que Sans le proporcionaba.

- Tomé un atajo- Una mano del peliblanco comenzaba a subir por debajo de la blusa de ___, pero ella impidió que siguiera subiendo.

-Espera... No podemos continuar, alguien podría entrar. Y... Pudiste esperar a que llegara a casa - ___ sostenía la mano de Sans.

-Te pedí que no vinieras a clase, me desobediensiste ¿Por qué debería obedeserte yo?- Sans sonreía pero su voz tenía un poco de seriedad.

- No quería perder clases, por eso vine- ___ lo miró con determinación.

- Pudiste decir eso en lugar de solo irte- contestó Sans, mientras tanto, aprovechó que ___ estaba distraída y metió su otra mano al pantalón de ella, logrando tocar su parte intima la cual estaba completamente humeda. - Me sorprende que digas que no quieres hacerlo cuando tú cuerpo pide lo contrario- Sans sonrió.

___ no sabía que decir, Sans tenía razón, pero no era buena idea hacer algo así en el sanitario de hombres de una universidad, cualquiera podría entrar y descubrirlos, ya sea un alumno, un profesor o peor, podría entrar Gaster.

-Espera, Sans... Aquí no- Dijo ___, sus mejillas estaban ardiendo en un rojo carmesí.

- Entonces vamonos- contestó Sans.

-No... No puedo irme, ya te dije que no quiero perder clase- ___ soltó la mano de Sans y permanenció en silencio.
Sans la miraba, pensaba en alguna opción, pero nada se le ocurría. Podría usar sus Atajos pero no debía dejar que alguien supiera de esa habilidad. Pensó en ir a aquella habitación oculta en la biblioteca, pero estaba en el segundo piso y a cerca de la oficina de Gaster.

-Welp, solo relájate, yo resuelvo esto- Dijo Sans sonriendo

___ no entendí del todo a que se refería pero obedeció, respiró profundamente y le devolvió la sonrisa.

-Welp, entonces... Quitemos tu pantalón- Dijo Sans.

-Espera... ¿Qué? Creí que...- no siguió hablando porque la cara de Sans cambió por completo -Ok, está bien- ___ bajó su pantalón y se lo quitó. -Listo-

Sans tomó el pantalón, lo doblo y lo mantuvo debajo de su brazo.
- Ahora cierra los ojos y no vallas a abrirlos hasta que yo te diga, ¿de acuerdo?- Sans esperó alguna respuesta, ___ solo asintió y cerró los ojos.

Sans la tomo de los hombros, ___ solo sintió su tacto. Dieron algunos pasos, hasta que se detuvieron por completo. ___ estaba a punto de abrir sus ojos pero Sans la detuvo. ___ esperó a que Sans le dije que ya podía abrirlos, pero todo lo que escucho fue un pequeño sonido que indicaba que una puerta había sido cerrada.

-Ya, puedes abrir los ojos- Habló Sans mientras sujetaba las caderas de la joven.
___ obedeció y abrió los ojos, las palabras no salían de si boca al darse cuenta que se habían encerrado en un cubículo del sanitario.

Mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora