Will miraba impacientemente la aguja de el reloj, cual daba vueltas lentamente. Su pie se golpeaba y golpeaba contra el piso sin parar. Sentia su corazón latir a gran velocidad, y veía como entraban y salian estudiantes de aquella sala cual estaba el director de la secundaria.
No estaba nervioso, claro que no, ¿Porque lo estaría? No habia hecho nada malo. O eso pensaba, busco en sus recuerdos de lo que pudo haber hecho esta semana, trato de recordar cualquier acción o hecho que lo haya traído hasta esa sala.
Quizás solo estaba siendo paranoico, solo debía algunos exámenes y nada más de que preocuparse. Tampoco era algo bueno, su madre Joyce piensa que ha estado haciendo las tareas y aprobando todo, le estaba mintiendo pero tampoco era razón para ser llamado ahí.
Al momento de que su madre se cruzo en sus pensamientos recordó la noche anterior al llegar a casa; Su mamá y su hermano felicitandolo y diciéndome lo bien que había estado, hace tiempo que no estaban los tres pasándolo bien, no es que ahora la relación de la familia byers sea mala. Claro que no, solo no esta en sus mejores momentos, Joyce trabaja de 8:00 AM hasta las 11:00 PM, se toma sus descansos entre ese horario, claro, pero no le da el tiempo de venir a casa y saludar a sus hijos, por lo menos a Will, ya que Jonathan la mayoría de veces en la noche porque esta muy ocupado trabajando y con sus estudios para poder entrar a la universidad.
Nancy habia entrado a la universidad, ahora tenia que entrar el, querían ir juntos así no tenían que separarse, eso habían planeado Jonathan y Nancy desde un principio, pero el chico se demoro en la entrevista, se retraso en la mayoría de postulaciones y quedo en la última lista. Ahora estaba haciendo todo lo posible para volver a estar en las primeras opciones. Iba a ser complicado, pero ni Nancy, ni Will, ni Joyce llegaron a pensar en que no lo lograría, es más. Tienen toda la fe en Jonathan para que sea aceptado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la grave y seca voz de el director. Podia jurar que su corazón dejo de latir en el momento que escucho su nombre ser llamado.
Will byers puedes pasar.
Esas fueron las palabras exactas que escucho esa mañana. Con el cuerpo temblandole como gelatina, se puso de pie, sin mirar a nadie, ya que habían más de cinco estudiantes situados en las sillas que estaban en la esquina. Movio la perilla y pudo ver como su mano tiritaba. No le quiso tomar importancia, ni siquiera sabia porque estaba así, solo estaba siendo muy obseso a las cosas nuevas que pudieran ocurrir, o simplemente le asustaba decepcionar a alguien, no lo sabia.
Cerró la puerta sin hacer mucho ruido, y luego tomo asiento en la silla que estaba al otro lado de el escritorio. El director Tomas lo miraba sin nada de expresión, literalmente. No podía deducir si estaba enojado, confundido, feliz. Solo veía un rostro mirandolo fijamente.
Que aterrador, seguro va a matarme aquí mismo.
Pensó Will.
—Así que... Will byers—rebusco en un par de hojas que tenia encima de el escritorio, apenas le dirigió la mirada, puede que uno que otro reojo.
Solo queria irse e ir a los baños viejos de la secundaria, habia quedado en quedar ahí con Mike mientras hablaba con el director. A ambos les tocaba música, en esa clase no hacían nada más que pasar vergüenza, siempre aprobaban sin hacer ni una pizca de esfuerzo, nadie notaria si faltaban a una clase. Además, no queria ver el rostro de Jennifer, actuando como victima para dar pena y así hacerlo sentir más culpable de lo que ya hacia.
—Ayer estaba viendo la obra desde el haciento mas alto—Hablo por fin—Y vi perfectamente lo que ocurrio, no me lo esperaba de ti, Byers. Siempre fuiste un alumno sin ningún tipo de problemas.
ESTÁS LEYENDO
Are the boys| Byler
FanfictionTe miraré de reojo y tú no dirás nada. Las palabras son solamente fuente de malentendidos. Simplemente besame y quedate en completo silencio hasta que ambos seamos lo suficientemente capaces de entender el uno al otro.