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Al día siguiente Mike se levanto treinta minutos antes de lo normal, la razón era bastante obvia.

A penas al abrir los ojos se levantó rápidamente y fue casi corriendo al baño. Se ducho, se cepillo los dientes como cada mañana, también estuvo mas de 5 minutos al espejo, no sabía como peinarse, literalmente Mike siempre usaba el mismo peiando, o, a penas lo peinaba, pero hoy tenía que estar bien, y no solo por su madre, ya hace unas semanas Mike ya había estado preocupándose mas por su apariencia, y era por Will.

El hecho de que nunca organizara su mochila no era importante para el, ya que siempre terminaba ocupando el mismo cuaderno para todas las clases, tampoco tenia problemas ya qué no se le complicaba mucho.

Se puso algo simple, no tanto, escogió algo que le gustara mas a el simplemente. Unos pantalones de mezclilla un poco sueltos, ya que le incomodan mucho los ajustados. Una polera simple, color rojiza, para acompañarla con una camisa de mangas cortas color blanca, usándola abierta. De zapatos escogido unas Vans que nunca habia usado, eran color blancas pero al estar guardadas estaban llenas de suciedad, no le importo.

Dio un leve suspiro, se observó a si mismo en el espejo por última vez antes de bajar al primer piso.

Como era de esperarse, Nancy ya se había ido, probablemente la vea luego de la escuela, quizá en ese momento puedan hablar, Mike sabía que Nancy le diría que la aceptaron en la Universidad en cuanto lo vea. Luego de estar pensando toda la noche, aceptó que era obvio que aceptarían a su hermana, sus notas eran impecables, su conducta nunca paso los límites y todos sus profesores la amaban. La extrañaría, si, pero ella podrá cumplir su sueño, y era lo que mas alegraba a Mike.

Al bajar, el sonido de el aceite quemandose, y el tipico olor cuando estan friendo comida interrumpió sus pensamientos,

Se dirigió a la cocina encontrándose a su papa cocinando quien sabe, frunció el ceño y se acerco un poco.

—¿Papa?

Ted se sobresaltó, acomodó sus lentes torpemente y saludó con su mano sin hablar. Lo miro de pies a cabeza, no dijo nada, ni siquiera una mueca, solo lo miro y siguio asiendo lo que sea que hiciera.

—Te hice un sándwich.—Dijo sin mas—No le puse nada de carne, ni pollo, ya que la última vez me olvidé y hiciste un escándalo.

Mike asintió aún mirándolo extrañado, dio una vista al sándwich el cual tenía tomate picado en rodajas, un poco de champiñones, lechuga, cebolla la cual estaba frita y a un lado estaban los condimentos, que puso Ted para que Mike le agregara a gusto.

El menor separó el pan para poder agregarle mostaza, Mike odiaba con su vida la mayonesa.

Ted seguía cocinando, seguramente era para el, Mike ni siquiera se tomo el tiempo de ver que era lo que cocinaba.

Fue a los cajones que se encontraban atras de el y saco una bolsa de plástico y un bowl de plástico, tomo el sándwich con cuidándo y lo metió en ella.

—Lo guardaré para el almuerzo, no suelo desayunar muy temprano.

Ted no dijo nada.

Mientras tanto Mike buscaba en uno de los cajones de la parte de arriba un bowl con tapa de plástico, al ya tenerlo en sus manos lo puso ahí y lo metió a su mochila.

Sacudió su cabeza para despertar un poco mejor, ordeno su pelo como por decima vez y empezo a caminar hacía la puerta.

Se detuvo inconscientemente en el borde de la puerta, empezo a jugar con sus dedos y dejo de lado su orgullo.

Are the boys| BylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora