Are the boys| Byler

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Eran exactamente las cinco de la tardé de un día domingo, todo el grupo de iba a reunir en casa de Max, excepto Beverly, cuya aún no volvia de Derry.

Su padre ni siquiera habia llegado a casa mientras ella no estaba, no le preocupaba del todo. Cada día recibía llamadas de Lucas, quien le decía lo que ocurria y cuando volver, ella por otro la estaba pasando de maravilla allá, estaba disfrutando al máximo todo, como si fuera la última vez que vería a los chicos.

—¿Estan seguros que no dijo nada?—Pregunto la pelirroja mirándolos uno por uno.

Los cuatro chicos se miraron entre si, negando repetidas veces, e imaginando cualquier cosa cual le pudo ocurrir a este. En especial Will, más bien a el en específico.

Lucas inmediatamente se levanto y miro a todos con gran concentración. Se rasco la nuca, viendo de reojo el reloj que tenía en su muñeca, y se encogió de hombros.

—No podemos esperar más, ya van dos horas y saben como es Mike de puntual, quizás tenia cosas que hacer y se le olvidó avisarnos—En realidad estaban todos de acuerdo, se haría de noche y sería el doble de complicado volver a sus casas—Mañana iremos a ver si esta bien, ¿okey?

Terminaron todos poniéndose de acuerdo, pero algo no cuadraba con Will, sabia que algo le había ocurrido y no dejaba en paz su mente, su corazón le latia mil por hora y la angustia recorría su estomago. No dijo nada, no quería comentarios por parte de Max, ni problemas con los demás.

Todos tomaron sus cosas; Mochilas, botellas de agua, comida, y unas mantas. Tenían planeado un picnic en el mismo lugar en el que se encontraba la gran antena en la cual Dustin hablaba con Suzie, era fresco, y muy bonito, el mejor lugar de Hawkins.

Lo que era bastante raro era que el día estaba fresco un día de verano, en Hawkins era bastante extraño el que no hicieran más de 30°, de todos modos nadie le tomo importancia.

Comenzaron a caminar rápidamente, teniendo en cuenta el poco tiempo que tenían, aproximadamente se demoraban unos cuarenta minutos en llegar al paso normal.

—Esto es tan aburrido, ¿por que nadie habla?, ¿les comio la lengua el ratón o que?—Dijo Dustin exaltado.

Normalmente el grupo nunca estaba así de callado, todos estaban raros, Max y El apenas de miraban, Will dijo apenas 4 palabras en lo que llevaban, Lucas estaba bastante pensativo y no había dicho nada desde el trascurso de la casa de Max hacia allá.

—Estamos cansados, idiota, ¿cuanto falta?

—Esa última colina—Apuntó— y llegamos.

Al llegar, comenzaron a poner las mantas sobre el césped, Will comenzó a sacar la comida, y Lucas observaba pacíficamente todo.

Eran las seis y media de la tarde, el aire fresco se estaba transformando en frío, y el atardecer comenzaba a desvanecerse de apoco. Estaban sentados en círculo, habían sandwichs, jugos, agua, fruta picada, y picadillo.

—Will, no has comido nada—Dijo El.

-No tengo hambre, desayuné muy tarde-Dijo mientras se encogía de hombros.

Nadie dijo nada al respecto, simplemente asintieron para no evadir a Will. Se podría decir que el ambiente estaba bastante apagado. Nadie quería decir nada, solo comían mientras se miraban. Realmente incómodo.

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Las once de la noche se aproximaban, las calles de Hawkins estaban vacías, los cuales Will y Max eran los únicos caminando por ellas.

Sus pasos hacían grandes sonidos, y hasta el silencio mismo era ruidoso.

Las cosas entre los dos amigos seguían igual de tensas, Will seguía un poco enojado con ella y Max estaba indignada. En resumen; No querian hablar y este mismo paseo estaba siendo increíblemente incómodo.