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Al día siguiente Mike notó un comportamiento raro en su madre. Pero no le tomo importancia. Grave error.

Mike nunca desayunaba antes de ir a la secundaria, no porque no quisiera, no podía, siempre que comía algo en la mañana, sea lo que sea, mike lo vomitaba, siempre comía cerca de las once.

Al estar completamente listo, Mike tomó su mochila y salió, al salir se su casa se encontró a su mamá en el auto esperando.

Mike la miró con el seño fruncido.

—¿Mama?—Pregunto extrañado.

—Hola Mike—Respondio con una sonrisa.— quería llevarte a la escuela ¿No hay problema?

Mike negó rápidamente y acto seguido se subió al auto.

—Hace mucho que no te llevaba, extrañaba esto—Confesó Karen, mientras comenzaba a acelerar el auto.

—Yo también.

La secundaria no estaba lejos, a los minutos ya se encontraban Madre e hijo en la entrada de la secundaria. El camino fue silencioso, mientras sonaban unas canciones de queen en la radio.

—Emm, bueno yo ya me voy, no quiero llegar tarde—Dijo Mike bajándose de el auto.

Karen lo miró por unos segundos.

—Hey—.lo llamo nuevamente, sacando una manzana de su bolso, entregandosela a Mike—Comes muchas porquerías—Agrego con una sonrisa.

Mike la tomó y le sonrió devuelta, para luego voltearse y entrar. Pero no se dio cuenta de que su mamá tenía sus maletas en el maletero para irse.

Karen lo miró hasta perderlo. Se quedo unos minutos afuera.

—Te quiero Mike—Dijo, para luego largarse en el auto, quien sabe a donde.

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—Odio matemáticas—Suspiro Max, quien le tocó compartir puesto con Will. Era la única clase que tenían ellos dos solos.

El menor rodó los ojos.

Max llevaba minutos tratando de resolver un ejercicio, Will ya había acabado todos.

—¿Puedes darme las respuestas?

—El profesor nos puede ver.

Max suspiro.

La pelirroja se centró nuevamente en la hoja con ejercicios, luego de unos veinte minutos terminó. Probablemente hizo todo al azar.

—¿Aveces no piensas que Hawkins es un pueblo de mierda?—Dijo derrepente, mientras golpeaba la mesa con el lapiz.

—Yo creo que todos aquí los han pensado—Respondio Will rascándose la nuca.

Max pensaba que Hawkins era un infierno, no podía ser libre, si. Ella quería poder salir al starcourt con Eleven tomadas de la mano, besarse en público como cualquier pareja, sin que nadie las mirara de mala manera. No querían esconderse.

—¿Que hay entre tú y El?—Max sabia que tarde o temprano alguien iba a preguntar. Ya era obvio que todos lo notaron.

—Em ¿que?, yo, uh, ¿porque? S-somos amigas, osea—Will se empezó a reír.

—Hey—Posicionó su mano en el hombro de la chica—No tiene que contarme nada si no quieres.

Ella sonrió.

Max pensaba que Will era la mejor persona que existía, incluso antes de volverse cercana a él.

—Ven a mi casa—Dijo la pelirroja.

Are the boys| BylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora