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— ¡Basta Killua! —el sonido de las risas se escuchan en todo el departamento, Killua hacía cosquillas a un Gon que seguía acostado en la cama

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— ¡Basta Killua! —el sonido de las risas se escuchan en todo el departamento, Killua hacía cosquillas a un Gon que seguía acostado en la cama. Aún con los gritos de Gon, el albino no paro, hasta que llegado a un punto y que el moreno sacará fuerzas quedó a horcajadas sobre Killua.

Se habían levantado desde hace rato, ya se habían aseado cuando Gon propuso ver una película, sin embargo, una cosa llegó a otra y ambos se habían sumergido en una pelea de cosquillas.

Gon reía con la respiración agitada por estar jugando desde hace rato con Killua, hasta que dejó de reírse y notó la posición en la que estaban, el albino alzo su brazo, para llevar su mano a la mejilla sonrojada por las risas pasadas. La acarició levemente, Gon podía ver los ojos de Killua brillar en miles de tonos azulados, siempre que veía esos ojos lo hacía sentirse hechizado.

— Eres tan hermoso —escucho decir a Killua, haciendo que sus mejillas se volviera aún más rojas. El albino sonrió ante la hermosa imágen de Gon sobre él, con las mejillas rojas y una sonrisa tímida.

En estás semanas, los besos eran más constantes, los abrazos, los juegos entre ellos. Eran una pareja y ambos lo sabían, aunque Killua a veces pensaba en que debía decirle.

Aún así vio como el moreno se inclinaba hacia enfrente, besando los labios de Killua, quien le correspondió, sus labios danzaban con complicidad, sus corazones palpitaban en sincronía. Se querían, demasiado.

Las manos de Killua se fueron hacia la cadera de Gon, quien se tenso un poco ante el toque, sin embargo no se alejo, confiaba en Killua, el albino nunca lo lastimaría.

Los besos siguieron, hasta que ambos se separaron con una sonrisa en el rostro, fue cuando la puerta fue tocada haciendo que ambos dieran un saltito.

Gon se bajó de Killua y este último fue a abrir la puerta. Dejando ver a Bisky con una sonrisa, inconscientemente vio los labios de su amigo.

— ¿Interrumpo? —preguntó la chica con una sonrisa burlona.

— Claro que no —el albino había entendido lo que su amiga quiso decir pero realmente no quería entrar en detalles, en todo caso Leorio llegaría en poco tiempo — ¿Y Retz?

— Dijo que llegaría después —hablo la rubia entrando al departamento — ¿Y no ha venido tu madre?

— Nop —contesto cerrando la puerta de su hogar y entrando junto a la rubia quien se sentó en aquel sillón.

— Que raro, yo de verdad pensé que ya conocía a Gon —la chica sonrió al verlo salir de la habitación en las mismas condiciones que Killua, solo esperaba que el albino supiera llevar la relación —. Hola cariño.

— Hola Bisky —el moreno se acercó y se sentó con ella, posando su cabeza en el hombro de la chica. Killua los vio con una sonrisa y una ceja alzada.

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