Parte 4

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No soporto a ese hombre dándoselas de ínfulas de mandón queriendo gobernar la vida de los demás. Es algo molesto y me enoja mucho, pero conmigo no tendrá las cosas fáciles. Me deja libre o haré de su existencia una maldita pesadilla. Yo no tengo nada que perder; lo único que me importaba en la vida, me alejó de la suya sin permiso alguno. No lo habló conmigo, solo me arrastró a un mundo de mierda que no sé cuánto tiempo aguante. Por el momento me encargaré de joderle la vida a este dios griego que casi me mata de un grito al escuchar mi bullicio. Ni eso respeta.

¿Cuándo llegará su venganza contra mí?

Han pasado dos días desde que me trajo y aún no ha hecho nada. A la mierda, no me importa qué me pueda hacer. Se lo haré muy difícil, no permitiré que me quiera golpear. No creo que se atreva o me quiera tocar sin mi permiso. Eso nunca lo obtendrá, pues no pienso tener nada con ese hombre. Imaginar sus manos rozando mi piel hace que mi cuerpo se tense.

Saco esos pensamientos de mi cabeza loca.

«Deseas que te haga de todo, golosa, y te mueres por eso —ríe mi voz interna y sonrío—, ¿o miento?».

«Eres una loca, cabecita. Ese chocolate no lo tendremos. Para mí solo existe Jeremy», rezongo.

Casi me dio una bofetada por pensar en él.

«Ya me dio sueño. Adiós, tonta», responde con ironía antes de esconderse.

Pensar en mi prometido, o ex prometido, me trae tantos momentos felices. Recordar que fue ese apoyo en mis instantes más difíciles, esa luz en el túnel que no ves, es hermoso. Desde que nos conocimos, no soltó mi mano... hasta ahora. ¿Qué pasó? Esa interrogante solo la puede responder él. No lo niego, me extraña mucho que me dejara con este hombre.

Sentí miedo en sus ojos y otros sentimientos que lo abrumaban, en especial los celos.

Quería decirle tantas cosas, pero mi boca parecía sellada con algo. Tal vez fue la impotencia, o el asombro, que me quitó el habla en ese interín.

Una sola cosa tengo segura y es que este hombre encontró su peor pesadilla, su karma, y haré de su vida cuadritos.

Estoy en mi habitación solo en bragas y sostén. Sin moros en la costa, me saco todo de encima y quedo como Eva en el Edén. Tomo un baño en esta bañera lujosa e inmensa. Parezco una niña jugando con las burbujas y dejo caer unas esencias con olor a vainilla, mi favorita. Agarro mi cabello en una coleta y me introduzco en esas aguas que esperan por mí. Pongo algo de música y empiezo a cantar a todo pulmón, como hacía en mi casa, algo que amaba con Jeremy. Siempre decía que era una loca.

«—Estás muy demente, amor. Sabes que eres mi loca, mi loca hermosa —gritó desde la sala—. Te amo, Sofí.

—Y tú eres el mío. Eres mi loco de amor, por eso te amo».

Me duele el corazón al traer esa memoria.

Mi rostro se humedece por unas cuantas lágrimas que se colaron sin permiso. Extraño tanto a ese hombre. En este momento, estaría disfrutando mi luna de miel, pero estoy en la casa de un bandido que me trata como si fuera un objeto más. Está muy equivocado conmigo.

Su hermano Gary se ve muy amable. Ceo que podremos ser grandes amigos y llevarnos bien. Además, adora joderle la vida a su hermano mayor, lo cual es un punto a mi favor. He ganado un aliado sin pensarlo.

Salgo de mi bañera. Sí, es mía, dado que es el cuarto que me dieron. Tomo una toalla y la prenso en mi cuerpo, luego procedo a buscar en mi armario algo para ponerme. Aún no me creo que tenga todas mis cosas aquí.

AMO DE LA OSCURIDAD  #TA2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora