Parte Final

71 15 5
                                    

Aún sigue el cuerpo sin vida de esa mujer en la habitación. Por más que traté de mirar por el vidrio, no vi a nadie, ni el respiro de una mosca se sentía.

Camino de un lado a otro esperando la señal de mi supuesta venta, mi escape con mi hermano o las detonaciones de nuestro rescate.

Me acurruco en un rincón, encojo mis piernas y llevo mis manos a mi barriga en señal de protección.

Me he sentido muy extraña, mis cambios de humor son raros, ni yo misma me explico.

Mis ojos están por cerrarse, cuando escucho ruidos extraños. Las paredes se mueven y un humo empieza a entrar por la puerta. Un tiroteo se oye a las afueras, gritos desesperados y el correr de las personas. De la nada, se abre el portón y veo una sombra. Es churro, quien me observa con desconcierto porque estoy en el suelo.

—Sofí, es hora de partirde aquí, bonita. Tesacaré,hermanita. Sabes que te amo y sé feliz porlos dos. Nunca me olvides. Recuerda quesiempre estarás en mi corazón. Norompas la promesa de alejarte de esta vida de mierda y sé feliz. —Besa mi frente—. Te llevaré conmigo. Hay un pasadizo que da a una calle cerca de aquí, pide ayuda y huye de este sitio sin mirar atrás. Te amo, hermanita, mi Sofí.

—Yo también te amo, churro. Esto parece una despedida. Ven conmigo, hermanito, estamos a tiempo de empezar de nuevo. No me dejes, por favor, no de nuevo.

—Para mí ya es tarde, Sofía. Tú debes vivir por los dos. Diles a mis futuros sobrinos del tío churro, pero de aquel loco aventurero, no de esto en lo que me convertí. Vive, Sofí, logra todos tus sueños, que yo te cuidaré desde el infierno. Ahora debemos irnos y dejemos el drama.

Grito como una loca al ver las luces rojas de las armas apuntando a todos lados y corro a la par de él para cubrir mi espalda. Una bala alcanza a rozar mi brazo izquierdo y chillo de dolor. Me vendo el brazo con un pedazo de mi vestido. En ocasiones me tiro al piso por las detonaciones, que son fuertes. Veo sonreír a Mosca dando bala con una metralleta. Se siente un dios ese hombre, su risa es siniestra y escalofriante. Puedo ver los hermanos Cediel, llevan a Jacob malherido y parecen dos niños felices con su premio. Esos hombres son tan despiadados, así como Jacob. No, mucho peor.

Siento escalofríos en mi cuerpo.

Mi hermano me sujeta de la mano y me lleva. Me pide que haga silencio entre susurros. Acato sus órdenes. El miedo me estremece por completo y un dolor bajo en mi vientre me está matando. Juro que, si salgo de esto, pierdo el miedo a los médicos y los visito para que me revisen. Rezo a todos los santos para que me saquen de esto. La edificación se viene abajo; algunos escombros casi nos caen en la cabeza. Suelto un chillido ahogado y cubro mi boca. Nos agarran a bala sin importar nada. Mi hermano se queda sin munición, entonces recuerdo que Pelusa me dio un arma para defenderme y se la entrego.

—¿Por qué tienes un arma, Sofía? —pregunta con reproche—. Dime, bonita.

—No es el momento para reproches, churro. Salgamos de aquí. ¿Por qué no me iré sin ti, hermano?

—Ese no era el trato, bonita.

—Son tus reglas, no las mías, hermano, así que mueve tu lindo trasero y vámonos.

En un costado veo a Coles Maikelson muy cerca de nosotros y nos apunta con un infrarrojo. Me pongo rígida. Ese hombre es el mismo diablo en persona. Al ver nuestras sombras, se descarga contra nosotros sin importar lo que pueda suceder. Su arma es como una ráfaga de proyectiles que no cesa. Churro me tira a un costado para que ninguna bala me haga daño, luego me mira a los ojos y sonríe.

—Te amo, Sofí —musita y dispara a ese ser.

Me tenso más si es posible al ver el cuerpo de churro caer ante mis ojos. Salgo de mi escondite, agarro el arma de sus manos y apunto. Me enfrento contra el responsable de su muerte.

AMO DE LA OSCURIDAD  #TA2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora