Crónicas de Ultramar Nace un Imperio

Capítulo 12: El Arquitecto de Cirodyll.

Capítulo 12: El Arquitecto de Cirodyll.

-4to mes después de la tormenta-

-Hora estimada 6:00 AM-

En algún punto del Mar Cirodílico se encontraba navegando el acorazado Clase Kawashi Settsu, a bordo de este iva el Teniente primero Ishida, Intendente de las Tropas Especiales de Reconocimiento y Espionaje.

-Teniente, nos encontramos a 3 millas náuticas del punto de encuentro-

El capitán del barco se acercó para comunicarle a Ishida la situación del viaje y este cerró el pequeño libro de notas que sostenía y asintiendo respondió.

-Perfecto, gracias Capitán.-

El Capitán saludó con la mano y se retiró. El teniente Ishida se dirigió hacia donde se encontraban sus dos acompañantes preparando algunas cosas necesarias para el viaje, al ver al teniente acercándose ambos le saludaron.

-Teniente.-

Ichida les devolvió el saludo y les hiso un gesto para corresponder el saludo.

-¿Ya está todo preparado?-

-Sí señor, ya las provisiones y demás cosas están listas, tal y como pidió.-

-Perfecto, trasladen todo esto al área de carga, en un par de horas más llegaremos al punto de extracción.-

-Entendido.-

Los dos Hombres saludaron al teniente y regresaron a la tarea encomendada. El teniente Ishida caminó por cubierta hasta llegar a un sitio cómodo para recostarse, sacó su pequeño libro de apuntes y continuó con su planificación.

–Ya los químicos están disponibles, perfecto ahora lo único que queda es localizar al Arquitecto en Cirodyll y ajustar los últimos detalles de esta fase con el alto mando.-

Ichida reflexionó sobre todo lo que le quedaba pendiente y lo que enfrentaría en el encuentro con los mandos superiores, en especial con el General Aoba, ya se lo imaginaba riñéndole por el gasto excesivo de recursos y el combustible del acorazado, y era injusto. Quizás el sobre gasto del presupuesto asignado si era su responsabilidad pero lo del gasto de combustible del acorazado era cosa del General Katsudaira que insistió en asignarle a la división de Inteligencia un buque seguro, exhaló en un leve suspiro y cerrando su libro, al compás de la suave y refrescante brisa se quedó dormido, todas esas noches sin dormir habían hecho que incluso él cediera ante el agotamiento.

En su sueño, Ichida vio un paisaje que le resultó familiar, una casa de campo y dos personas de pie justo frente a la puerta llamándole. Él intentó acercarse a ellas pero la sorpresa lo alarmó cuando se dio cuenta de que por mucho que lo intentara no podía moverse ni un centímetro; intentó gritar, pero tampoco pudo encontrar fuerzas para articular palabra alguna y justo cuando intentó poner todas sus energías en dar aunque fuese un paso, el paisaje frente a él se desintegró en pedazos y una voz familiar le sacó de su letargo.

-Teniente, Teniente, Teniente despierte, hemos llegado.-

El Teniente Ishida despertó al oír las palabras de su subordinado y ser agitado varias veces, aún somnoliento y confundido por lo que acababa de ocurrir preguntó por lo que sucedía.

-¿Qué ocurre?... ¿Ya hemos llegado?-

-Si Teniente, vamos, le están esperando en la plataforma de carga.-

El teniente se incorporó y acomodó su uniforme, había muchas cosas que le abrumaban sobre todo el extraño sueño que acababa de tener, pero eso ya lo pensaría luego con más detenimiento, en ese momento tenía otras prioridades que atender y comenzando a caminar dijo a su acompañante.