Capítulo 32: Ataque a Ariamis (Parte II).

100 23 5
                                    


Ante las noticias que no eran para nada alentadoras los oficiales reaccionaron con desesperación.

-¡Esto es terrible! Hemos perdido a demasiados hombres y la mayor parte de la ciudad capital ya se encuentra en poder del enemigo, además han destruido también nuestros barcos ¿Qué clase de enemigo enfrentamos?-

Se lamentaba Brolow mientras oía las trágicas noticias. A lo que Mártin contestó.

-Aún es demasiado temprano para rendirse.-

Abriéndose paso entre los presentes, Mártin llamó a uno de los mensajeros que habían acudido a reportar.

-Transmita a todos los líderes de división de la guardia real, que se reagrupen en los puestos de vigilancia del segundo distrito, los arqueros deben frenar al enemigo a toda costa.-

-¡Sí señor!-.

Diciendo esto el mensajero salió del lugar. Siguiendo el ejemplo de su camarada el capitán Dolmar se dirigió a otro de los mensajeros.

-Que el cuerpo de ballesteros también se reúna en el muro del segundo distrito y frenen el avance enemigo, que monten barricadas en las calles principales con todo lo que encuentren.-

-Sí señor.-

-¿¡Está aquí el General Adalberto!?-

De pronto un soldado llegó al lugar donde se encontraban los oficiales, solicitando la presencia del general Adalberto, quien contestó  de inmediato.

-¿Qué sucede?-

-El Prior Lorias requiere de su presencia en la sala del trono.-

Las cejas del general Adalberto brincaron imperceptiblemente cuando escuchó el mensaje del enviado y entonces respondió.

-Entendido… puedes retirarte.-

Habiendo despedido al enviado, el general Adalberto se giró a Alexander que lo miraba inquisitivamente y le dijo.

-General Alexander, el Prior solicita mi presencia en la sala del trono, quedará usted por ahora al mando de la defensa de la ciudad hasta que yo regrese.-

-Bien...-

Entonces el general Adalberto dejó el salón dejando al resto de oficiales preguntándose que podría estar pasando. Entre tanto, el general Alexander se dirigió a todos los presentes y tomando aire para hablar dijo.

-Ahora procederemos a reagrupar a la guarnición de la fortaleza y defender los muros exteriores del castillo.-

La mirada del general Alexander se posó sobre los capitanes Martin y Dolmar.

-Martin, Dolmar, ustedes acudan a la batalla y dirijan a sus hombres personalmente, resistan todo lo que puedan para que el enemigo no pueda entrar.-

-¡Sí señor!-

Respondiendo al unísono los capitanes dejaron el lugar. Entonces la mirada del general Alexander se dirigió a Miguel Bartolomeo.

-Lord Miguel, usted reúna a sus hombres y proteja a la cuarta princesa y a sus hermanas.-

-¡Sí!-

Tras responder a la orden Miguel se retiró del lugar quedando solamente el capitán Brolow y el general interino Lucatiel. Quienes se acercaron al general Alexander para recibir sus órdenes.

-¿Qué deberíamos hacer nosotros general?-

Preguntó Lucatiel, a lo cual el general respondió.

-Por ahora esperaremos a ver cómo evoluciona la batalla, de ser necesario tú evacuaras al rey y a la familia real por la ruta de escape en los túneles hasta el río.-

Crónicas de Ultramar Nace un ImperioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora