El Enigma De Cupido

⚜8⚜

El día comenzó con la ausencia del sol, que en su lugar aparecieron nubes grises que acompañaban a la tristeza.

El reino era un completo silencio, un ambiente solitario y abandonado. Calles enteras que alguna vez fueron escandalosas y llenas de vida ahora están demasiado tranquilas, la muerte del ex rey junto con su segunda mujer fue un golpe fuerte para muchos. Aunque no fuera del todo amado y respetado.

Cupidos y aliados de todas las clases se encontraban reunidos en uno de los lagos más majestuosos, donde rondaba la leyenda que en esas mismas aguas los Dioses andaban libremente, y era cierto, Jin lo sabía. Desde entonces fue apodado como Valle de Loto o Baño de Sol.

El Rey Kim llevaba sobre sus manos una gran flor de Loto morada donde habían sido depositadas las cenizas. Con cuidado se arrodilló en el muelle y dejó cae sobre las cristalinas aguas aquella flor, con el corazón hecho pedazos se levantó mientras miraba como la corriente se llevaba las cenizas lejos.

Namjoon compartía la apariencia de un borracho primerizo. Cabello hecho un nido de pájaros, ojos irritados, garganta más seca que el sol, ojeras más negras que la noche, mirada pérdida y falta de equilibrio. Se tambaleaba un poco, además de estar cansado al rey no entraban ganas de nada. Quería dormir y no despertar.

Al otro lado, Jackson estaba molesto, por una parte sentía que Dae-hyun se merecía la muerte pero, ¿Yamile?, ella era un ser puro de grandes virtudes que sacrificó su vida por él. Que velaba por su bienestar aún estando en el mismísimo infierno.

Tenía miles de preguntas sin respuestas, nada tenía sentido y no parecían tener una conexión. Desde su injusta expulsión hasta el campo protector de un desconocido, cada vez tomaba más la forma de un crimen organizado. Una estupidez, un sueño que parecía no tener fin.

Yibo interrumpió los pensamientos de cupido con una palmada en la espalda.

-No me toques- Susurró molesto, odiaba el contacto físico.

El ángel solo asintió con la cabeza como forma de respuesta.

-Jackson-

Cupido aún molesto mira hacía otro lado en señal de rechazó.

-Él Rey Christopher desea hablar con usted- Y se fue, sin esperar una respuesta que ni siquiera le importaba. Odiaba tratar con gente inmadura como lo era el príncipe Kim.

Jackson sin moverse de su lugar, hecho un breve vistazo a los alrededores. Aquél sujeto se percató de la amenazante mirada de cupido y salió entre la multitud con una leve sonrisa falsa.

Ambos caminaron en silencio durante unos minutos, hasta llegar a un campo de girasoles no muy lejos de dond. Solo eran ellos y nadie más.

-Príncipe Kim, Un gusto volver a verlo- Sonrió cansado

Cupido sonrió en sarcasmo luego de soltar un leve suspiro.

- Príncipe- Negó con la cabeza sin retirar su expresión sonriente- Soy un gobernante, un rey de apellido Wang.

Christopher estaba confundido, ¿Un Rey?, ¿Desde cuándo era Wang?, creía conocer toda historia que ocultaran los muros del castillo. Suspiró y negó mirando hacía la entrada del sol.

-Te quería agradecer por... Salvar a mi hija aquella noche- Lo miró con lástima

Su comportamiento de macho alfa se hizo polvo mientras su cara se ponía roja por la vergüenza. Soltó una pequeña sonrisa nerviosa, y pensar que confundió a la princesa con la llorona, cualquier parecido con la realidad puede ser eso, una simple coincidencia.

Le causaba gracia esa escena tan estúpida. Ni quería verla recién levantada, porqué de seguro hasta el Jinete sin cabeza rechazaría la idea de acercarse.

Libra estaba más perdido que un estudiante en clases de matemáticas de último año, el cuál ni sabía como había llegado tan lejos al no saber dividir por dos cifras. Pero sin importar qué, sonrió, incómodo pero sonrió.

- No merezco todo el crédito, Magestad-

-Hay otra cosa de la que me gustaría avisarte- Ambos conectaron sus miradas mientras la alegría se desvanecía en el aire- Me he reunido con los maestros de los signos y, las constelaciones están mal o por lo menos tratan de decirnos algo. 

-Yo... No se de constelaciones y ese tipo de cosas. ¿Cómo podría ayudarlo en algo que no conozco?-

-Nosotros nos encargaremos de descifrar el mensaje, por ahora debido a la conexión entre ustedes deberás cuidarte el doble. Qué tengas un buen dia- Se fue, como si nada, regresando al lado de Namjoon para consolarlo, o por lo menos hacer el intento.

Jackson ya estaba cansado de tantas enredaderas. ¿Conexión con los signos zodiacales?, sin duda el mundo estaba loco.

-No entendí, ¿Cuándo te volviste tan cercano al zodíaco?- Habló el espíritu de una mujer desconocida. Jackson se desmayó.

•••

-¿Sigue vivo?- Preguntó Shaned moviendo la cabeza de cupido con un bolígrafo

-Ni idea- Contestó Beomgyu

-¿Qué le pasaría?- Dijo Kai mientras miraba su informe médico

-Ni idea- Volvió a contestar Beomgyu

-¿En serio?- Interrumpió Yeonjun

Beomgyu se quedó en silencio. Se concentró en inyectar a Jackson tratando de no reírse.

Un hombre vestido de gris, cubierto de pies a cabeza dejando al descubierto sus peculiares ojos, ingresó sin permiso a la sala, eso alertó a los presentes que no dudaron en sacar sus armas espiruales. Aquél sujeto sólo negó con la cabeza mientras trataba de acercarse a cupido.

-¡Alto!- Gritó Kang (Taehyun) posicionándose enfrente del hombre sin dejar de apuntarlo con su espada aún sin sacarla de su vaina, en forma horizontal. -¿Quién te crees para entrar así?-

El señor lo miró desafiante y molesto, no estaba de humor para esto. Sus ojos se tornaron rojos al levantar su puño del que desprendía magia dorada, era extraño, no creían que aún existiera alguien con ese precioso color.

El señor no deseo perder más el tiempo, e hipnotizo a los ángeles sanadores al igual que a Piscis. Fue fácil, pero sospechaba de esa facilidad.

Se acercó a Jackson que aún dormía profundamente como la bella durmiente, lo cargó como si fuera un recién nacido y se fueron de regreso al sub-mundo.

El personal del castillo comenzó a murmurar sobre aquella escena, asustados mantuvieron distancia para no ser llevados por aquel espectro demoníaco que dejaba por su camino pétalos negros. Ni los guardias se acercaron, que cobardes.

El caminó fue tranquilo, bueno, para el bello durmiente lo fue. Cualquiera lo mira y le es imposible creer que pesa más que un elefante. Al intentar bajar las escaleras se convirtió en la gota que derramó el vaso, literalmente deseaba lanzarlo y que él solo llegará al final.

-¡MARK!- Gritó Tae dejando caer a su sobrino sobre el pasto marchito, sentía como si el peso de aquel ser viviente le hubiera roto más de una costilla. Podría ser mitad vampiro, pero ni un pura sangre podría con semejante hombre.

El suelo comenzó a moverse un poco, dejando a su paso una grieta de donde salió un glorioso, majestuoso, precioso, divino y exquisito demonio.

-Mande- Respondió tranquilo.

-Ten- Volvió a cargar a cupido y lo dejó en los brazos del menor -Llévalo tú- No esperó más y comenzó a bajar las escaleras.

¿De qué se quejaba?, Si Jackson era más liviano que una pluma. Aún así no le tomó más importancia y bajaron las escaleras de mármol musgoso, pronto cumplirían un siglo de no lavar los resbalosos escalones.

Al llegar abajo se encontraron con Jinnie en el salón central, el problema era qué, ya no era una mujer.