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Jinnie paseaba por el castillo angustiada, en cualquier momento podría regresar a su forma original. Necesitaba alejarse del mundo entero para recuperar fuerzas y continuar como si nada pasará. Los sirvientes la mirar con extrañeza creyendo que ya se había vuelto loca. Caminó por varios lugares sin detenerse, quería soledad. Era urgente.

Finalmente, cayó en la miseria y la desesperación. Estaba molesta, pero al mismo tiempo le daban ganar de llorar. Su secreto sería expuesto, y su sentencia, sería la horca.

No había salido del castillo durante años, y solo pensar en eso le daba miedo. Miles de cosas podían ocurrir en su ausencia.

Le empezaron a doler los pies. -¡Maldita sea!- Pensó, deteniéndose frente a una gran ventana. Algunos recuerdos le vinieron a la mente, pero todavía no creía que un dios tan importante como él cambiara de sexo y tuviera hijos, lo que le haría caer en un gran problema. Todo pasó tan rápido que cuando reaccionó ya estaba en el altar con el futuro rey a su lado.

Suspiró cansado mirando al sol con tristeza. Hoseok~

-Algún día, descubrirán quién eres en realidad Seokjin-

Jin sólo sonrió nervioso y se fue.

Poco después, las criaturas que dependían del dios de la luna comenzaron a investigar. No descansarán hasta que obtengan una respuesta. Algo andaba mal, lo sentían.

•••

En el templo de Kim, ubicado en una montaña remota de la ciudad. El ex rey Kim Dae-hyun meditaba preocupado, en los últimos días sentía la presencia de un joven cerca de él, no lo conocía, pero su poder era grande y maligno.

Los fuertes golpes en la puerta lo preocuparon aún más, estaba tan nervioso que empezó a temblar.

-Debe ser Namjoon, tranquilo- Pensó mientras se levantaba para abrir la puerta con el remordimiento consumiendolo hasta los huesos.

Las puertas se abren de golpe, dejando pasar una espesa y venenosa nube negra. Las luces empiezan a parpadear muy rápido, dificultando la vista del mayor.

Se asfixiaba entre más aspiraba de aquella nube tóxica, con dolor en el pecho aumentando cada segundo, el mareo comenzó a hacer efecto inmediatamente subiendo el ritmo cardíaco mientras que la ansiedad se apoderaba del hombre.

Con una sola mano sostenida firmemente el cuello, el sujeto lo levanta del piso para observarlo mejor. Quería ver más allá de la niebla. Deseaba admitirlo.

-¿Q-quién eres?- Dijo entrecortado

-Mmmmm, Interesante pregunta- Finalizó con risas

El enmascarado apretó el cuello del anciano mientras lo levantaba del piso de madera. Sus ojos se vuelven de un color rubí ardiente cuando lo mira directamente.

-¡TE ODIO!- Gritó, rompiendo en lágrimas de dolor, lanzando a Dae-hyun contra la pared de piedra ocasionando su último respiro. Al presenciar lo que sus actos ocasionaron, se acercó al cuerpo y dijo llorando; -Soñé que estabas a mi lado, el dolor impotente me invadió. Soy yo, tú oscuridad, el remordimiento que rondaba todas las noches en tus sueños- Comenzó a llover.

Se escuchó la madera rechinar, alguien estaba tras la puerta. Sin pensarlo dos veces, el hombre salta por una ventana alejandose cada vez más de la escena.

Namjoon empuja las puertas para protegerse de la repentina tormenta, traía en sus manos una canasta de comida, que dejó caer al suelo al mirar la sorpresa que había encontrado. Ahí estaba su padre, muerto.

•••
Sowon contemplaba las gotas de lluvia cae por su ventana, extrañaba a Jackson día y noche en ningún momento dejo de pensar en como estaría su hermano. Todas las mañanas le escribía, pero él no respondía.

Dejó de mirar a la ventana, quería pensar en que escribir pero las palabras simplemente no salían.

Otra hoja hechada a perder- Pensó estresada.

-Señorita Kim- Interrumpió en la habitación el ángel guardián. Ella suspiró antes de mirarlo y se alejó de la ventana.

-¿Ocurre algo Yibo?- Preguntó tratando de ocultar sus sentimientos.

-¿Dónde está Xiao?- Su expresión de serio no cambió en ningún momento, desde que lo conocía siempre fue así. De frío y amargado.

-No lo sé- Mintió. Xiao estaba en la torre de astronomía dibujando, era como su escondite.

-Seguiré buscando, lamento interrumpirla- Dijo desconfiado, se inclinó como forma de respeto y se fue. Sin esperar que la princesa le respondiera.

Ella cerró nuevamente las puertas, aún no sabía que escribir en aquellas hojas. Y si, dice la verdad. Todos estos años, Sowon escribía una fantasía incierta, omitia lo que realmente ocurría tras los muros del castillo.

Y así comenzó con miedo a escribir aquellas palabras; Jackson, te he mentido durante muchos años y el sentimiento de culpa no me deja dormir. Desde el día en que nuestras almas tomaron rumbos diferentes, la vida en el castillo estaba lejos de parecer un paraíso como describen nuestros aliados. Papá a diario esta encerrado en su estudio, y la salud de mamá ha empeorado con el pasar de los tiempos. Xiao siempre esta en la torre de astronomía tratando de dibujar tu físico o cualquier cosa que lo mantenga entretenido, mi opinión en las reuniones no existe y por lo tanto deje de asistir a ellas. No hay día en el que no piense en ti, y en como estás, tal vez nos extrañes así como tal vez no, este lugar no es el mismo sin ti. Vuelve pronto.
Att: Sowon

Contenía las ganas de llorar en ese momento, sólo se levanto del escritorio y guardo la carta en un sobre rosa. Abrió las ventanas sin importar la tormenta, lanzando la carta que ahora tomaba su camino al sub-mundo, perdiéndose entre las nubes grises.

•••

Beomgyu, Tae-hyun y Soobin cuidaban del pez caído del cielo, aunque ella insiste en que su nombre es Shaned.

-¿Cuándo podré irme?- Preguntó inquieta

-¿Nadando?- La miró con gracia- En unas semanas- alzó los hombros en forma de burla.

-Beomgyu... Ya déjala- Protestó Soobin mientras cambiaba las vendas de la chica- No te vaya a quemar o te mande a volar- río

La sonrisa de Shaned se desvaneció tan pronto como apareció, los comentarios sobre su signo la tenían molesta.

-¿Ustedes no aprecian sus vidas?- Habló Tae-hyun luego del salir del baño.

-Los odio- Susurró antes de suspirar, estaba cansada mentalmente, de alguna manera encontrará una forma de escapar.- Me vengare imbéciles- pensó mirándolos mal a cada uno.

El aire se torno turbio e incómodo, Yibo Y Jackson estaban en las puertas del consultorio provocando silenció absoluto con la máxima atención de los presentes.

-Dejad a la dama. El ex rey... está muerto-

El Enigma De CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora