Capitulo 21

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Mara sale de la cocina con la tila y se acerca a Eva.

- Eva: Mara tranquila no te esfuerces en hablar con él te he oído y se que me odia. Te digo que ojalá no me hubiera encontrado esta mañana y me hubiera muerto en aquel parque.

- Mara: no digas eso Eva, no mereces eso

- Eva: merezco esa muerte, y cuanto antes mejor, en aquel parque es donde yo me he criado y he crecido, se que todos los días mis padres pasan por ese parque para pasear a mi perra, que se llama Vega. Me fui a aquel parque para que vieran a su hija como se había matado ella sola allí mismo y sufrieran. Ellos me rechazaron y no me ayudaron. Solo quiero que sufran verme muerta, porque según ellos he muerto, ya no tienen hija.

- Mara: no necesitas eso Eva, solo necesita ayuda y alguien alrededor que te quiera y te ayude.

- Eva: es la mejor muerte, para que vean que mis padres que tenían razón que he muerto por una puta sobredosis y alcohol. Nadie me quiere en este puto mundo. Hugo es el único que me ha defendido estos dos años que estoy en la calle y vio en mi algo que no era la Eva que se droga y se emborracha, y como se lo agradezco yo, pues yéndome, metiéndome una sobredosis de varias drogas y beberme casi dos litros de alcohol puro, Hugo se medio sincero conmigo en el hospital cuando yo pensaba que no lo le escuchaba, también me dejo un suave beso en los labios, sentí algo que nunca había sentido, sentí que alguien me quería o me podía llegar a querer. Lo primero que hago cuando me despierto es decirle que se arrime a mí, pegarle una bofetada y decirle de todo. Cuando se fue y me dijo las cosas claras, me derrumbe vi como lo había perdido y cuando vine a su casa a hablar todo y me cerro en la cara, me di cuenta que claramente lo he perdido y no tengo una oportunidad ni como amiga ni como nada más. Porque si te soy sincera, Hugo es muy guapo y estoy enamorada de él, es el chico que nunca voy a tener. Iba cada día a las ocho de la noche al hotel para verlo y ver como nunca podría estar con él. Ojalá pudiera echar el tiempo atrás y a más de pegarle una bofetada, haberle comido los labios como dios manda. Me arrepiento mucho.

Eva rompe a llorar. Mara no puede evitarlo y se sienta más cerca de ella y la abraza. Para tranquilizarla.

- Mara: tranquila ya verás como algún día vas a poder hablar con él

- Eva: no lo creo.

- Mara: Eva vamos a hacer una cosa, no te vas a ir a la calle, te vas a quedar conmigo a vivir. Soy doctora y psicóloga, y si tu quieres en el hospital hay un programa para dejar todas esas mierdas, si quieres mañana vamos al hospital y empiezas en el programa

- Eva: gracias Mara, sí que me gustaría dejar todo esto

- Mara: pues ahora vamos a cenar un poco y vamos a descasar.

- Eva: vale

Cenan las dos juntas y después se van a dormir cada una a una habitación.

MI DROGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora