Debe ser invierno

Subordinados

DEBE SER INVIERNO

Capítulo 8: Subordinados

Por Okashira Janet

—Mierda. —Karin se frotó los brazos al tiempo que su cara se empezaba a poner morada, ¿por qué hacía tanto frío?

—Sa-Sa-Sa-su-ke. —Suigetsu caminando como si se tratara un zombie llamó con verdadero dolor a su líder.

—No nos vamos a detener. —Sasuke sentenció, a pesar de que debía abrirse paso entre la nieve que ya casi le alcanzaba las rodillas.

—¿Estas bien Hinata? —Sujetando a la chica de Konoha por la mano Juugo la ayudó a seguir avanzando.

—¡S-sí Juugo-san! —Las pálidas mejillas de la heredera se colorearon al instante.

—Sa-Sa-Sasuke. —Haciendo esfuerzos por avanzar en medio de aquella avalancha de nieve el de la Niebla castañeó los dientes—. A-admite que hace demasiado frío pa-para...

—Basta. —Sasuke gruñó sin girar a verlo

—Sasuke lo siento mucho pero yo también opino que no podemos avanzar en estas condiciones. —Con su diplomacia habitual Juugo habló.

—De cualquier manera no hay lugar cerca para que nos podamos resguardar. —Sasuke declaró dando por terminada la discusión.

—¡Hay una cueva! —Karin saltó al instante, aunque no se había quejado en ningún instante la verdad es que ya no sentía las piernas—. Hay una cueva a unos cien metros de aquí.

—Ya. —Ahogando su frustración Sasuke se cruzó de brazos haciéndole una seña con la cabeza a la pelirroja para que los guiara.

—Que bien. —Suigetsu sin dejar de abrazarse a sí mismo corrió hasta ponerse tras Karin, estando ya a un escaso paso paró de golpe al tiempo que sus mejillas se teñían suavemente de carmín.

—¡Muerde ya! —Sin que lo deseara recordó la frase que le había dirigido su compañera el día anterior y luego su suave piel, su dulce aroma...

—Avancen. —Claro Sasuke lo sacó bruscamente de sus ensoñaciones. Con un suspiro Suigetsu vio como Karin se abría paso entre la nieve, pensar en ella en términos amorosos era del todo ridículo, después de todo la pelirroja estaba firmemente enamorada de Sasuke. Sintiéndose repentinamente negativo sacudió la cabeza y tomó a Hinata de la mano cuando pasó a su lado.

—Vamos muñeca. —Hinata giró a verlo a punto de decirle que podía avanzar en la nieve sola, pero en sus ojos notó que no estaba pensando en ella. El aire le tiró la capucha hacía atrás dejando volar su largo cabello negro con destellos azulados.

—¡Que viento! —Pero no se dio cuenta que tras ella Sasuke hacía una mueca cuando los largos cabellos se estrellaban en su rostro picándole de paso un ojo, definitivo, odiaba el invierno.

—¡Ahí esta! —Karin señaló una diminuta cueva pero nadie puso reparos y los cinco componentes de Taka entraron al lugar inclinándose para poder pasar.

—Esto es más incómodo de lo que pensé. —Hecho un ovillo en la parte posterior de la gruta Suigetsu intentó desdoblar su cuello sin buenos resultados, había quedado en tal posición que debía abrazar sus rodillas contra su pecho.

—Esto...— Hinata pasó saliva sonrojándose, en el último momento había terminado completamente pegada al de la Niebla con Karin frente a ella, ambas con una pierna pasando por debajo de las del espadachín y los rostros muy juntos.

—Que tempestad. —Juugo que era quien había quedado pegado a la entrada de la cueva aún recibía bastante aire del exterior pero tapaba con su cuerpo la ventisca a sus compañeros.