Debe ser invierno

Guerra, rojo y blanco

DEBE SER INVIERNO

Capítulo 15: ¡Guerra! Rojo y blanco

Por Okashira Janet

Naruto se removió incomodo, simplemente no era lo mismo, no se sentía igual estar en la torre Hokage cuando el líder no era Tsunade.

—Naruto supongo que sabrás porque te mande llamar.

—Porque la guerra se acerca. —El rubio contestó rápidamente y Kakashi asintió con la cabeza.

—Necesito que vayas a la montaña Myoubuku.

—¿Esta de broma, verdad? —Al instante el joven dio un paso atrás—. La guerra es en Konoha, atacaran la aldea.

—Lo sé. —Kakashi entrecruzó las manos, había llegado el momento de usar sus artes de engaño y manipular a su ingenuo estudiante—. Por eso mismo necesito que te vuelvas más fuerte

—¿Mas fuerte? —El semblante del rubio cambió al instante.

—Es contra Madara contra quien nos enfrentamos, sin olvidar a Kabuto y sus marionetas. —El único ojo visible de Kakashi se oscureció—. Tú eres nuestra salvación Naruto, nuestra última esperanza. —Aquello no era mentira, pero lo cierto es que aquella batalla iba de protegerlo, sacrificarían a quien fuera necesario por él.

—Entiendo. —La mirada del rubio fue firme, aceptando su destino y su tarea.

—Qué bueno que comprendas. —Lo cierto es que no mandaba a Naruto lejos de Konoha para que se volviera más fuerte si no para protegerlo de Akatsuki y cumplir lo acordado con las otras aldeas ninjas de proteger a los jinchuurikis.

—¿Cuándo parto?

—Ahora mismo.

—¡Pero...! —Sus ojos azules se abrieron presto a rebatir.

—No puedo... —Kakashi soltó un suspiro—. No puedo dejar que la veas.

—¡Pero Kakashi-sensei! —Apretando los puños el rubio caminó hacía su líder—. Yo debo de aclarar lo que sucedió, debo pedirle una disculpa por no considerar sus sentimientos y...

—No puedo permitirte acercarte a ella cuando estás tan confundido. —Kakashi se levantó—. Recuerda Naruto que ella forma parte del plan de Konoha.

—No puedo permitirlo. —Cuan alto era el joven se colocó frente a su antiguo sensei, aquel fue un encuentro de miradas donde quien llevaba las de perder era Kakashi, la fuerza de Naruto hacía mucho tiempo que había rebasado la suya.

—¿Qué dices? —Pero aun así había sido su sensei y a pesar de todo Naruto tendería a verlo siempre hacía arriba.

—Lo he estado pensando mucho, —sin apartar la mirada el rubio encaró a su maestro—, no puedo permitir que utilice los sentimientos de Sasuke de esa manera, él nunca ha amado a nadie y si el amor de Hinata resulta ser una farsa le causaría mucho daño.

—El problema es, Naruto, que ese amor que tú crees tan falso puede que no lo sea.

—¡Le he dicho que me sigue amando a mí!, —el joven golpeó contra el escritorio—, me besó el día que llegó a la aldea.

—¿Ella te...? —El único ojo visible de Kakashi se abrió con sorpresa.

—Y es por eso que no puedo permitir que juegue con los sentimientos de Sasuke y -mucho menos que force a Hinata-chan a fingir algo que no siente por el bien de su aldea.

—Naruto, —suspirando Kakashi se llevó una mano a la frente—, ¿por qué crees que Hinata tuvo el valor de besarte finalmente?

—¿Qué?